viernes, 20 de diciembre de 2013


Por los caídos el 19 y 20 de diciembre de 2001: NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS. JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS RESPONSABLES.

DICIEMBRE DE 2001: NO DEJAREMOS QUE LA LLAMA DE LA REBELIÓN SE APAGUE


“¿Quién pagó los casi cuarenta muertos del llamado “Argentinazo”? El pueblo que dejó el cuero en las barricadas frente al estado de sitio de un mandatario decadente y en huida no recibió siquiera el favor de ver tras las rejas a la última línea de sus verdugos”. Esta pregunta, vigente aún, nos la realizábamos hace un año desde una nota editorial de La Llamarada. Esta misma pregunta nos la realizamos ahora, doce años después de aquel diciembre que sumó al calor del asfalto el de las hogueras y barricadas. Al reclamo contra la impunidad por casi 40 muertes que gozan los autores materiales, y desde luego los responsables políticos como el mismo De la Rúa, se deben sumar los ingredientes propios de nuestra realidad actual. En ella, parte del aparato represivo se ha insubordinado efectuando una demanda salarial como exigencia más visible. Las huelgas, reclamos y acuartelamientos policiales, cuyo puntapié inicial fue el de la policía cordobesa, han sido acompañados por una ola de saqueos en los cuales se entreveraron operaciones policiales con la innegable necesidad de miles de habitantes de los tantísimos barrios humildes de nuestro país, aquellos que día a día ven cómo el aumento del consumo no los involucra para nada en una década en la que, definitivamente, ellos no fueron los que ganaron. El saldo de las refriegas y de la represión directa de estos episodios es de una docena de muertos. En la provincia de Tucumán se vio, tal vez, uno de los casos más gráficos de esta seguidilla de sucesos. Los policías acuartelados, ni bien recibieron el aumento deseado que llevó su salario inicial a $ 8.700, salieron de su encierro a hacer lo que mejor saben: apalear a los pobres. En este caso, a los manifestantes que reclamaban frente a la Casa de Gobierno. La policía de la trata de personas, el narcotráfico y el robo organizado, obtuvo más de un 35% de aumento salarial, mucho más que cualquier docente y hasta más que muchos médicos. Dentro de la misma lógica pueden leerse los recientes aumentos que el gobierno anunció para las Fuerzas Armadas, Gendarmería y Prefectura, con el claro objetivo de garantizar la disciplina de las fuerzas represivas en un contexto de aumento de la conflictividad social.-

Corolario de este otro diciembre es la condena aberrante a los presos de Las Heras, trabajadores encarcelados de por vida sin pruebas en un juicio irregular que recuerda al de los Mártires de Chicago. Mientras los gobiernos nacional y provinciales garantizan la impunidad de las multinacionales que saquean la Patagonia, todo el código penal cae sobre los laburantes que se rebelan.
Esto nos depara este diciembre, algo remoto a aquel de 2001. Una burguesía recompuesta, aunque enfrentando crisis como la señalada; uniformados reclamando aumento para reprimir mejor al pueblo, y hasta organizaciones de izquierda sumándose al coro oportunista, como antes lo hicieran con las patronales agrarias, en este caso en pos de sindicalizar represores.

Frente al pragmatismo que resigna los principios; frente a los vaivenes de dirigencias como la de la CTA, que levanta reivindicaciones justas pero llama a medidas tibias y cargadas de confusión; frente al accionar de las burocracias sindicales enroladas en las variopintas CGT que jugaron a desactivar la movilización y la presencia en las calles en el 2001 y lo continúan haciendo; frente a tanta confusión y oportunismo, también existen organizaciones que siguen dando pelea. Con humildad pero con profunda convicción, desde nuestra organización queremos levantar la bandera de aquella rebelión de hace más de una década. Esa en la que miles ganaron las calles contra el estado de sitio, en la que el pueblo le puso el pecho a las balas literalmente y echó a un presidente tan pusilánime para gobernar como decidido para mandar a reprimir. Ese diciembre que abrió grietas en la gobernabilidad y la institucionalidad burguesa; grietas por ahora selladas, al menos de manera parcial, hasta nuevo aviso. Al levantar esa bandera rebelde, no practicamos un gesto nostálgico, sino que reivindicamos una lucha y su vigencia: la del pueblo peleando y decidiendo mediante la acción directa cómo torcer un destino que sabía ajeno.
Porque creemos en la rebelión, y porque apostamos a que el pueblo no sólo pueda revocar el mandato de los gobernantes a pedradas si es preciso, sino que aspiramos a que ese mismo pueblo organizado pueda dirigir los destinos de nuestro país, es que recordamos y reivindicamos ese diciembre. Porque creemos en nuestra clase y en su indispensable independencia política; porque sabemos que aquella clase que genera todas las riquezas y no disfruta casi ninguna, merece llegar a esta época del año sin penurias, sin pasar hambre, con escuela y hospital para sus hijos. Por todo eso, con nuestra lucha cotidiana, no dejaremos que la llama de la rebelión se apague. 

Este viernes 20 de diciembre a las 17.00 hs, llamamos a movilizarnos con un conjunto amplio de organizaciones, desde Av. de Mayo y 9 de julio hasta Plaza de Mayo.

Viva la rebelión popular del 19 y 20 del 2001-Absolución de los petroleros de Las Heras.
Por un plan de lucha y paro nacional frente al ajuste y el saqueo.
Aumento de salario para los trabajadores y no para los represores.
Homenajeamos a los 38 caídos por las balas policiales el 19 y 20 de diciembre. Castigo a los responsables.
Salario mínimo de 8500 pesos indexados trimestralmente según la inflación. Reapertura de las paritarias. Basta de precarización laboral y trabajo en negro. Todos a planta permanente.
82% móvil del último salario para todos los jubilados. Universalización real y aumento en base al costo de la canasta básica de la AUH. Por un bono de fin de año para ocupados y desocupados. Derogación del impuesto al salario, ningún despido o suspensión.
No al aumento de tarifas. Que las crisis la paguen los banqueros, monopolios y terratenientes.
Abajo la burocracia sindical. Por la recuperación de los sindicatos y comisiones internas para los trabajadores.
No al pago de la deuda externa. Abajo el pacto con Chevron, Monsanto y todos los monopolios imperialistas.
Cierre de causas penales a los más de 6000 luchadores. Libertad a todos los presos políticos.
Basta de represión, basta de gatillo fácil, tortura y militarización de los barrios repudiamos el ascenso de Milani y todos los genocidas. No olvidamos, no perdonamos no nos reconciliamos.
Derogación de las leyes antiterroristas.

AGRUPACIÓN HOMBRE NUEVO
18 de Diciembre de 2013