miércoles, 30 de julio de 2014

Palos y palos: el gobierno reprime a los de abajo y les paga millones a los de arriba


Esta mañana, la Policía Bonaerense y la burocracia sindical que dirige el sindicato SMATA avanzaron conjuntamente a los golpes sobre los trabajadores que se manifestaban en la puerta de la autopartista Lear. Al piquete de quienes reclaman en contra de los 200 despidos en la planta de esa firma estadounidense lo levantaron policías y patoteros de la burocracia actuando mancomunadamente. Al momento hay varios trabajadores heridos, incluidas compañeras, e incluso detenidos, entre ellos el delegado de Lear Silvio Fanti. 

Lo que desde los medios se presenta cínicamente como “interna sindical” no es una pelea por la “caja” del sindicato o por cargos en una directiva para apoltronarse en ningún sillón, como sugieren malintencionadamente desde los titulares: lo que vemos no es otra cosa que la disputa real entre los trabajadores que pelean por sus puestos de laburo y por organizarse por fuera de las directivas mafiosas de quienes lideran el sindicato metalmecánico, enfrentándose a un sector corrompido del sindicalismo empresarial que defiende los despidos efectuados por la patronal. Burocracia sindical y empresarios encuentran intereses comunes: que los trabajadores no levanten la cabeza. Para eso los despidos, para eso la represión. 
Mientras el gobierno se muestra cada vez más dócil y negociador con los acreedores externos de toda calaña y desembolsa cuanto le exigen, los trabajadores son ninguneados en sus reclamos. Para dar respuesta ante los estrados de la justicia estadounidense que el gobierno aceptó como sede para litigar, hay una comitiva de lobbystas dispuestos a entregar el patrimonio nacional de varias generaciones. Para dar respuesta a los reclamos de los trabajadores, reclamos que irán en aumento a medida que se acentúen los despidos y suspensiones, y al ritmo de la inflación galopante, están los operativos de saturación de la Gendarmería, los bastonazos de la Bonaerense y la Federal… y las patotas para la represión tercerizada de la burocracia sindical. 
Desde los sectores combativos, las comisiones internas recuperadas; desde las organizaciones de DD.HH., la izquierda y los movimientos sociales tenemos la urgente tarea de poner en pie una coordinación amplia, que supere el internismo y las disputas hegemónicas, para dar respuesta de manera unificada al ajuste y la represión del gobierno y frenar a la burocracia sindical con movilización y lucha.

Repudiamos la represión sobre los trabajadores de Lear. Exigimos la inmediata libertad de los compañeros detenidos.
Por la más amplia unidad de los que luchan para frenar el ajuste, los despidos y las suspensiones: movilización y acción directa; corte de calles, asamblea, ocupación de los lugares de trabajo.

29-07-2014
AGRUPACIÓN HOMBRE NUEVO

sábado, 26 de julio de 2014

26 DE JULIO: ANIVERSARIO DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA



Un 26 de julio, en 1953, alrededor de 160 militantes, la mayoría de ellos jóvenes, liderados por Fidel y Raúl Castro junto con Abel Santamaría, se alzaban en contra de la dictadura más sangrienta y decadente que había tenido Cuba. El lugar elegido para el levantamiento era la provincia de Santiago de Cuba, de tradición combativa, donde se hallaba el cuartel Moncada, bastión de la tiranía. Ese cuartel fue objetivo de esta acción revolucionaria, que estaba concebida como inicio de una sublevación popular. El asalto, que fue derrotado militarmente y que generó un duro golpe para los rebeldes, trajo consigo numerosas bajas para los insurgentes: algunos caídos durante el enfrentamiento, pero la mayoría mediante ejecución, torturas mediante, de los que eran tomados prisioneros.
Esta acción, sin embargo, representó un hito: ese levantamiento fue un símbolo de lucha que retomó una generación dentro y fuera de la isla; fue una batalla de resultado adverso pero que marcó el camino para que seis años después el ejército rebelde, de la mano del Movimiento 26 de julio y acompañado por diversas manifestaciones de lucha desde la montaña y el llano, lograra derrotar a la dictadura de Batista y emprender el camino para que Cuba se librara del imperialismo yanqui y comenzara la construcción del socialismo en nuestro continente. Esa acción, y la Revolución Cubana misma, alentaron experiencias que se plantearon no sólo una política asentada en la clase trabajadora y el pueblo desde una perspectiva socialista, sino la posibilidad concreta de la lucha por el poder.

Reproducimos a continuación un extracto de la palabra de Fidel Castro, protagonista de aquel levantamiento y del triunfo revolucionario en Cuba: 

“Nosotros trabajamos para la victoria, no para la derrota, y sufrimos un revés muy duro. Pero además, ese revés había costado el sacrificio de muchos compañeros. Si antes del ataque al Moncada me sentía obligado con el país, después del ataque me sentí mucho más obligado. (…) Nosotros estábamos absolutamente convencidos de que teníamos la razón. Y ese factor nos daba fuerzas para enfrentarnos a aquellos momentos tan difíciles, profundizar más, exponer ante el pueblo los objetivos de nuestra lucha, enfrentarnos a la campaña de calumnias del gobierno y crear las condiciones para que si nuestra generación no podía realizar esas tareas, las pudiera realizar otra generación. Es decir, sembrar la semilla y ofrecer el ejemplo, que ya no era el ejemplo personal mío sino era el ejemplo de todos los compañeros que habían luchado y se habían sacrificado. Teníamos el deber de hacer el máximo esfuerzo para que ese sacrificio no fuera inútil. Todos nosotros y toda nuestra generación recibió una gran influencia de Martí, y una gran influencia de las tradiciones históricas de nuestra Patria, que habían sido tradiciones de lucha muy duras por su independencia, y tradiciones realmente muy heroicas, que ejercían una gran influencia en todos nosotros. Yo en ese momento tenía una doble influencia, que la sigo teniendo hoy: una influencia de la historia de nuestra patria, de sus tradiciones, del pensamiento de Martí, y de la formación marxista-leninista que habíamos adquirido ya en nuestra vida universitaria. (…) No se puede separar una cosa de la otra en la historia de nuestro país. Porque Martí en su época cumplió la tarea que le correspondía y fue exponente del pensamiento más revolucionario. Pudiéramos decir, que para nosotros la vinculación de ese pensamiento patriótico, de ese pensamiento revolucionario con el pensamiento revolucionario más moderno, con el marxismo-leninismo fueron los elementos que más influyeron en nosotros y que más, realmente, nos inspiraron. Y que no podía ser de otra forma, porque en países como Cuba la liberación nacional y la liberación social están estrechamente unidas. Martí significó el pensamiento de nuestra sociedad, de nuestro pueblo en la lucha por la liberación nacional. Marx, Engels y Lenin, significaban el pensamiento revolucionario en la lucha por la revolución social. En nuestra patria, liberación nacional y revolución social se unieron como las banderas de la lucha de nuestra generación.”

Fidel Castro; en la revista “Cuba Internacional”, 1978. En http://www.cubadebate.cu/

Hoy, tras una avanzada contrarrevolucionaria de magnitud planetaria, la realidad de la clase trabajadora es bien distinta. También lo es la realidad de Cuba que sigue resistiendo pero con enormes dificultades económicas y sin el impulso político de antaño. Sin embargo, la necesidad del socialismo, está cada vez más vigente. A 61 años de aquel levantamiento, somos muchos los que rendimos nuestro homenaje a aquellos revolucionarios. Somos muchos quienes seguimos soñando con una patria, un continente y un mundo donde no haya lugar para dictadores como los que la Revolución Cubana derrotó, pero tampoco para la explotación, la depredación y la opresión que el capitalismo hoy siembra a nivel global. Somos muchos los que respetamos y admiramos a todos los revolucionarios que en toda la extensión de nuestro continente se atrevieron a dar el primer paso, aun cuando no éste no se viera culminado con el triunfo final. Somos muchos los que esquivando los espejitos de colores y las alianzas con el “mal menor”, seguimos peleando día a día por la verdadera soberanía e independencia, por el único antiimperialismo posible: por el socialismo. Somos muchos los que estamos empecinados en construir hoy las condiciones que hagan posible esa meta.

DEL MONCADA A LA REVOLUCIÓN

NO HAY SOBERANÍA NI INDEPENDENCIA SIN SOCIALISMO

sábado, 19 de julio de 2014

COMPAÑEROS CAÍDOS EN VILLA MARTELLI... PRESENTES EN LA LUCHA POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!



En plena dictadura militar, el 19 de julio de 1976 fueron asesinados Mario Roberto Santucho y Benito Urteaga en un departamento de Villa Martelli; ambos líderes del PRT-ERP murieron enfrentando al grupo de tareas que irrumpió en la vivienda en la que se encontraban. Ese mismo día, cayeron prisioneros como parte de ese mismo operativo Domingo Menna, Ana Lanzillotto, Liliana Delfino y Fernando Gértel. Los cuerpos de todos ellos permanecen desaparecidos. Parte fundamental de la dirección del PRT-ERP, el partido que había puesto en jaque a la burguesía local enfrentándola en todos los planos, caía de esta manera.

Oscuros eran los tiempos que corrían en 1976. La dictadura de Videla, Massera y Agosti volcaba el aparato militar, parapolicial y el de todas las fuerzas represivas abiertamente al servicio del exterminio de las organizaciones revolucionarias, de sus militantes de base, pero también de su periferia y del movimiento de masas en general. El estado mostraba desembozadamente su carácter de clase y empleaba el terror para concretar dicho objetivo. La generación que había vivido en carne propia las dictaduras previas y la prepotencia del imperialismo yanqui, era también la que había crecido y luchado al calor de revoluciones como la cubana y de resistencias heroicas como la vietnamita; de la épica del Cordobazo y las tomas de fábricas; de los enfrentamientos contra los gobiernos y sus fuerzas represivas en las barricadas, pero también en combates que excedían las luchas callejeras en las manifestaciones. La cuestión del poder, esencial para los revolucionarios, estaba en la agenda de esa generación, cuyas organizaciones políticas daban diversas respuestas para resolverla. Al aliento de los procesos revolucionarios y de liberación que los pueblos emprendían, el PRT-ERP y otras organizaciones habían asumido la lucha armada como parte de esa pelea. La realización de un país y un mundo donde los verdaderos protagonistas y beneficiados fueran los trabajadores, los pobres, aquellos que generan con su trabajo y sacrificio las riquezas que nunca disfrutan, no iba a llegar sin una lucha larga y cruenta. La historia lo demostraba: ninguna clase social se suicida, ningún privilegiado renuncia por las buenas a sus privilegios. El PRT-ERP encarnó, en ese combate por los sueños de millones, por una patria y un mundo socialistas, la expresión más elevada en la lucha revolucionaria de nuestra historia reciente.

Los tiempos que corren a 38 años de aquellos otros no son los mismos. El proyecto revolucionario por el que peleaban Santucho y los compañeros caídos el 19 de julio, y todos los revolucionarios, sigue siendo tanto o más necesario que entonces. Pero el revés sufrido a escala continental y mundial por la clase trabajadora ha dejado su mella. Para muchos la cuestión se reduce hoy en definir la modalidad o variante de capitalismo. No obstante, desde el trabajo paciente y desde la resistencia; desde la recuperación y persistencia de peleas históricas, nuevos luchadores y nuevas luchas han ido brotando en nuestro país y en nuestro continente.
Desde la reivindicación de una lucha y un proyecto revolucionario, intentando esquivar calcos y copias, y asumiendo su legado histórico integralmente, somos muchos los que hacemos propias las banderas de Santucho y del PRT-ERP. Lo hacemos no solo desde el justo pero insuficiente homenaje, no solo desde la necesaria pero limitada nostalgia, sino desde la apuesta diaria por la construcción de organización desde abajo. Desde la apuesta cotidiana al protagonismo de nuestra clase en las peleas diarias por un mundo justo; desde la apuesta tenaz a construir una organización revolucionaria que permita que esas peleas se encaminen a la lucha por la revolución socialista.
A 38 años de la caída del “Robi” Santucho y de los compañeros de la dirección del PRT-ERP, decimos ¡Presentes!
Los compañeros siguen vivos en la lucha por la revolución socialista.

Agrupación Hombre Nuevo
19 de julio de 2014

jueves, 17 de julio de 2014

VIVA PALESTINA LIBRE





La niña
En la playa hay una niña, la niña tiene familia
y la familia una casa.
La casa tiene dos ventanas y una puerta...
En el mar, un acorazado se divierte cazando a los que caminan
por la playa: cuatro, cinco, siete.
Caen sobre la arena. La niña se salva por poco,
gracias a una mano de niebla,
una mano no divina que la ayuda. Grita: ¡Padre!
¡Padre! Levántate, regresemos: el mar no es como nosotros.
El padre, amortajado sobre su sombra, a merced de lo invisible,
no responde.
Sangre en las palmeras, sangre en las nubes.
La lleva en volandas la voz más alta y más lejana de
la playa. Grita en la noche desierta.
No hay eco en el eco.
Convierte el grito eterno en noticia
Rápida, que deja de ser noticia cuando
los aviones regresan para bombardear una casa
con dos ventanas y una puerta.
Mahmud Darwish (poeta palestino; 1941-2008)
Documento de identidad
Escribe
que soy árabe,
y el número de mi carnet es el cincuenta mil;
que tengo ya ocho hijos,
y llegará el noveno al final del verano.
¿Te enfadarás por ello?
Escribe
que soy árabe,
y con mis camaradas de infortunio
trabajo en la cantera.
Para mis ocho hijos
arranco, de las rocas,
el mendrugo de pan,
el vestido y los libros.
No mendigo limosnas a tu puerta,
ni me rebajo
ante tus escalones.
¿Te enfadarás por ello?
Regístrame,
que soy árabe.
Soy nombre sin apodo.
Espero, con paciencia, en un país
en el que todo lo que hay
existe airadamente.
Mis raíces,
se hundieron antes del nacimiento
de los tiempos,
antes de la apertura de las eras,
del ciprés y el olivo,
antes de la primicia de la hierba.
Mi padre… de la familia del arado,
no de nobles señores.
Mi abuelo era un labriego,
sin títulos ni nombres.
Me mostró el orgullo del sol
antes de enseñarme a leer.
Mi casa es una choza campesina
de cañas y maderos,
¿te complace mi condición?…
Soy nombre sin apodo.
Escribe
que soy árabe,
que tengo el pelo negro
y los ojos castaños;
que, para más detalles,
me cubro la cabeza con un kuffiah;
que son mis palmas duras como la roca
y pinchan al tocarlas.
Y me gusta el aceite y el tomillo.
Que vivo
en una aldea perdida, abandonada,
sin nombres en las calles.
Y cuyos hombres todos
están en la cantera o en el campo
y ansían el comunismo.
¿Te enfadarás por ello?
Escribe
que soy árabe;
que robaste las viñas de mi abuelo
y una tierra que araba,
yo, con todos mis hijos.
Que sólo nos dejaste
estas rocas…
¿No va a quitármelas tu gobierno también,
como se dice?…
Escribe, pues…
Escribe
en el comienzo de la primera página
que no aborrezco a nadie,
ni a nadie robo nada.
Mas, que si tengo hambre,
devoraré la carne de quien a mí me robe.
¡Cuidado, pues!…
¡Cuidado con mi hambre,
y con mi ira!
Mahmud Darwish (poeta palestino; 1941-2008)

¡Esto no es una guerra, es un genocidio! 

¡Alto a los crímenes del Estado de Israel!

¡Por la libre autodeterminación de los pueblos!

lunes, 7 de julio de 2014

LES PAGAN A LOS BANQUEROS, LES PEGAN A LOS OBREROS







Operativos con perros, guardias de infantería y carros hidrantes; todos entrando en acción contra los laburantes. El gobierno que muestra su semblante cada vez menos duro con los banqueros y usureros, como los del Club de París o los mismísimos Fondos Buitre con los que se apresta a negociar, enseña los dientes cuando los de abajo no se resignan a ser despedidos, a no cobrar su salario, a no dejarse pisotear. Al gobierno autodesignado campeón de los Derechos Humanos se le va acabando la plata y la paciencia (salvo para los banqueros) y le van sobrando los palos. En las últimas semanas padecimos la militarización de la planta de Gestamp, el desalojo de los trabajadores de la planta de Paty, la represión a los laburantes de Lear y hoy mismo, los gases, detenciones y palos sobre los laburantes de EMFER-TATSA, empresas del grupo Cirigliano. Los trabajadores de estas firmas reclaman contra el vaciamiento de la empresa y por salarios y aportes adeudados. Recordemos que el grupo Cirigliano es, nada menos, que el ex concesionario de ramales ferroviarios, como el Sarmiento al momento de la masacre de Once que se cobró 52 vidas: todo un símbolo de la amplia porción de la política noventista que sobrevive y goza de buena salud durante la actual gestión.
El gobierno que le paga miles de millones de dólares a Repsol, al FMI y al Club de París; el gobierno que se apresta a negociar solícito para pagarle también a los Fondos Buitre, se muestra intransigente cuando los obreros cortan una calle. El gobierno sabe que el ajuste en curso, contracara de la crisis y de los descomunales pagos de deuda, no cierra sin represión.

Todos los trabajadores debemos pelear contra las cesantías y sacarnos de encima a las burocracias sindicales que las avalan. Las comisiones internas y delegados honestos y combativos debemos forjar la más amplia unidad contra los despidos y suspensiones. Lo que está en juego en cada conflicto va más allá que el conflicto mismo: se trata de definir si los costos de la crisis van a recaer, una vez más, sobre nuestras espaldas.

Nos sumamos a la convocatoria de los trabajadores de EMFER-TATSA hoy lunes 7/7 a las 18 hs. frente a la planta, Gral. Paz y Colectora, altura estación Migueletes.
Ni un peso para pagar la deuda. Ningún despido, ninguna suspensión.
Ante el ajuste patronal y estatal, acción directa: ocupación de plantas, corte de calles y asamblea.
Que la crisis la paguen los empresarios.