viernes, 19 de abril de 2013

Justicia por Mariano

Terraplén a los costados, al sur de la ciudad, Barracas, las vías. Mariano Ferreyra, en el centro de este escenario, junto a los trabajadores precarizados del Ferrocarril Roca. Un puñado de compañeros, de laburantes, de militantes movilizados por las calles suburbanas. Es 20 de octubre de 2010 y va a haber un crimen. Y de ese crimen saldrán a la luz, otra vez, los dispositivos que el Estado emplea para aplacar la lucha de los trabajadores.
El asesinato de Mariano instaló en la agenda política el problema de la precarización laboral que de la mano de la tercerización involucra a casi la mitad de los trabajadores ocupados en todo el país. Este vil asesinato es la punta de un ovillo que entrelaza a las empresas privadas, al Estado y a la burocracia sindical en permanente complicidad para mantener un status quo, un orden social: el mandato del capital y la dentellada mortal del lucro. El asesinato de Mariano trajo a escena, otra vez, un método represivo vigente: la tercerización de la represión con patotas, en la que el Estado (la policía, la gendarmería, etc.) se desentiende para pagar menores costos políticos.
Mariano tenía 23 años y sabía ya, y desde hacía un tiempo, de qué lado ponerse. Eligió la izquierda, eligió a los de abajo. A partir del juicio por su asesinato, la denuncia y la lucha unificada de múltiples organizaciones se logró llevar al banquillo de los acusados a uno de los máximos representantes de la burocracia sindical como responsable intelectual: José Pedraza, secretario general de la UF y secretario de cultura de la CGT. Esto es una novedad con respecto a otros casos en los que los responsables intelectuales y políticos siguen libres, sin ser enjuiciados, sin condena, como el caso de los responsables de los asesinatos de Darío, Maxi y Fuentealba. Sin embargo, como en esos mismos casos, los responsables de mayor jerarquía política, por ejemplo el ministro Tomada, que siguió, después del crimen de Ferreyra, manteniendo charlas muy fraternales con Pedraza y dando cuenta de su complicidad con la represión y la corrupción, no han sido juzgados. La articulación de las burocracias sindicales con los gobiernos de turno para frenar las conquistas de los trabajadores que ponen en cuestión a esa dirigencia sindical ha quedado explicitada en este caso. También el papel de esas mismas burocracias y del Estado como garantes de los intereses de los capitalistas: los trabajadores tercerizados de UGOFE, empresa que promueve y administra la contratación de mano de obra por fuera de la planta permanente del ferrocarril, iniciativa del kirchnerismo en 2004, ganaban en ese año menos de la mitad del salario de un trabajador efectivo. 
En este sentido, en tiempos en que se pregona la democratización de la justicia debemos exigir como sociedad una efectiva transformación estructural de la misma que, con reformas mediante, sigue siendo una justicia que condena a los más pobres y persigue a los luchadores sociales, deja en libertad a los responsables de estos asesinatos políticos y sostiene las más grandes injusticias protagonizadas por los sectores privilegiados. Además, en tiempos en que las burocracias sindicales (CGT y CTA) se unen en luchas que van detrás de intereses de distintos sectores de la burguesía, se pone de manifiesto la necesidad de que desde los trabajadores construyamos una alternativa de los trabajadores independiente del Estado y de cualquier patronal. 
                Dice la letra: “No habrá hombre muerto si no se olvida” y agregamos no habrá justicia sino se lucha por un castigo ejemplar a los responsables materiales, intelectuales y políticos del asesinato de Mariano Ferreyra.
Este 19 de abril se dará a conocer la sentencia en los tribunales de Comodoro Py, por eso convocamos a movilizarnos a las 9.30 hs para pedir perpetua para Pedraza y que se investigue, se juzgue y se condene a los responsables políticos que gozan de impunidad.

Agrupación Hombre Nuevo – 18 de abril de 2013


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