POR UNA JORNADA ACTIVA DE LUCHA
POR
UNA AGENDA PROPIA DE LOS TRABAJADORES:
INDEPENDIENTE
DE LA BUROCRACIA,
LOS
POLÍTICOS PATRONALES Y LOS EMPRESARIOS
Tras meses de esconder la cabeza, el ala de la
burocracia sindical ubicada en la “oposición” da señales de vida. Hugo Moyano,
titular de la CGT Azopardo, y Luis Barrionuevo, representante de la CGT Azul y
Blanca, anunciaron el segundo paro nacional de la década kirchnerista para el
próximo 10 de abril. A esta medida se sumaron la CTA de Pablo Micheli y algunos
gremios enrolados en la CGT Balcarce de Antonio Caló, como la UTA y La
Fraternidad.
El paro se da en un contexto económico complejo
signado por el ajuste contra el pueblo trabajador. La brusca devaluación de la
moneda, que acumula el 60% en los últimos doce meses, implicó una fenomenal
transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia diferentes fracciones
del empresariado, los terratenientes y diversos sectores de los capitalistas.
El escenario incluye la aplicación de tarifazos en el transporte, el agua y el
gas y, prontamente, en las tarifas eléctricas. Además, se intenta imponer un
techo para los sueldos en medio de una inflación que no para de crecer -con
proyecciones de más de un 40% para este año- y que tiene un impacto directo en
la caída del salario real... En esta situación, que se ha acelerado desde
inicios de este año, la burocracia sindical se debate en dos posiciones: de un
lado, los líderes sindicales obsecuentes con el gobierno, como Caló, Yasky o el
delator de militantes Gerardo Martínez salen a frenar cualquier intento de
paro, disciplinados al gobierno nacional. Por el otro, el ala de la burocracia
que se planta desde la “oposición”, e intenta acumular electoralmente para
eventual recambio que favorezca a sus variantes patronales, sale -muy tarde- a
convocar a un paro completamente dominguero, aislado de las luchas como la que
emprendieron los docentes bonaerenses durante 17 días. Diferenciándose de
quienes concebimos los paros como acciones de movilización y participación,
Carlos Acuña, referente del gremio de trabajadores de estaciones de servicio,
expresó en forma elocuente la perspectiva del paro de la burocracia "Será
un paro, paro. Sin piquetes ni movilizaciones. Si existen los cortes, no
tendrán nada que ver con la CGT".
El pliego general de reivindicaciones incluye
reclamos sentidos de la clase trabajadora como paritarias libres, la derogación
del impuesto al salario, un urgente aumento a los jubilados, la lucha contra la
destrucción del poder adquisitivo de los salarios a causa de la inflación. Pero
también posee el añadido del reclamo por la inseguridad y el narcotráfico: con
él, los burócratas realizan un claro guiño a la oposición patronal al gobierno
kirchnerista; a los Massa, Macri, de la Sota y Binner, todos ellos sostenedores
del mismo programa de ajuste y represión del gobierno, pero con variantes aún
más conservadoras.
Por todo esto, es fundamental este 10 de abril
instalar una agenda que sea reflejo de los verdaderos intereses de los
trabajadores y no de las clases dominantes, a la vez que demarcar un perfil
propio del reclamo, ganando las calles para disputar el carácter del
paro: la pelea contra el ajuste, pero desde una visión que defienda los
intereses objetivos de la clase trabajadora y su independencia política de los
patrones.
Con el envión de
la lucha docente
Este paro nacional llega también a pocos días del
cierre de la paritaria docente en la provincia de Buenos Aires, negociación que
se vio marcada por la participación en distintas instancias de lucha, de
decenas de miles de trabajadores de la educación. La histórica huelga de 17
días de los docentes bonaerenses mostró que con decisión y unidad se logró
sortear presiones judiciales, políticas, mediáticas, rompiendo el techo
salarial del 23 % que el gobierno quería imponer a los docentes como caso
testigo para el resto de la clase trabajadora. El apoyo y solidaridad del
conjunto de la clase trabajadora, que bien sabía que “si ganan los docentes,
ganamos todos los trabajadores”, fue otro elemento clave de esta lucha. Además
de la acuciante demanda salarial los docentes pusieron en agenda otros
problemas centrales del modelo educativo, tales como el financiamiento,
infraestructura, el presupuesto educativo y la propia función de la escuela.
A todos los trabajadores nos queda la enseñanza de
cómo durante los 17 días de paro se logró, por la presión de las bases, embretar
a la burocracia siempre bien dispuesta funcionar como dique de contención.
Resultó clave el impulso dado a la lucha por parte de las 9 seccionales
opositoras recuperadas del SUTEBA y por las asambleas abiertas de
autoconvocados, en aquellos distritos en los que todavía dirige la burocracia
Celeste de Baradel.
A pesar de que las conducciones sindicales se
apresuraron a cerrar el conflicto con un aumento salarial que está muy lejos de
la canasta familiar, hay un triunfo político de los docentes, un saldo
organizativo, de experiencia y de conciencia en una importante cantidad de
trabajadores que han sido protagonistas de una lucha histórica.
Nos sobran los
motivos
El gobierno continúa en la búsqueda de acuerdos
con el capital financiero. Pretende agregar al pago de 11.000 millones de
dólares a Repsol, arreglos análogos con el CIADI, el Banco Mundial y el Club de
París. Con el objetivo de “destrabar el financiamiento externo” y mejorar la
tasa de ganancia de la burguesía, el gobierno que pone techo a los salarios se
dispone a descargar sobre nuestras espaldas el costo de pagar millones de
dólares en concepto de intereses y capital.
Los empresarios y los políticos patronales, con
complicidad de la burocracia sindical, tienen un programa económico común:
ajustar y hacernos pagar los platos rotos de una crisis que no generamos
nosotros.
A los trabajadores nos sobran los motivos para
luchar. Por esto, este 10 de abril desde la Agrupación Hombre Nuevo apostamos a
que entre todos los sectores combativos y anti-burocráticos transformemos
este paro, que la burocracia pretende que sea un hecho dominguero, en una
jornada activa de lucha que haga pública una agenda de reivindicaciones
independiente de los patrones, el Estado y la burocracia:
·
Plan de lucha nacional en
unidad con todos los sectores de los trabajadores para enfrentar el ajuste.
·
Recuperación de los
sindicatos para la lucha, con unidad y organización e independencia política.
·
Por salario igual a la
canasta familiar.
·
Basta de precarización
laboral, despidos y suspensiones.
·
Por la absolución de los
petroleros de las Heras y por el desprocesamiento de todos los luchadores
populares.
Agrupación Hombre
Nuevo - 08/04/14
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