Una flor de la invencible primavera
A un mes de la prematura muerte de nuestro querido compañero Fernando “Deli” Deliens, los homenajes se multiplican. En los barrios, entre la militancia, desde las organizaciones hermanas, los justos reconocimientos para este joven compañero no dejan de brotar. Murales, pintadas, canciones y, sobre todo, su legado político: en clave de lucha, de arte y de esperanza, nuestro compañero Deli está presente. Como expresión de este mes, el 8 de marzo se realizó en el Centro Cultural Raymundo Gleyzer un merecido homenaje dónde participaron organizaciones hermanas, sus compañeros/as y familia.
A continuación, reproducimos palabras en su memoria y la letra de dos canciones compuestas para él.
Contra el olvido, memoria y esperanza
Entre toda la injusticia que nos da este mundo, existe el olvido.
El poder no recuerda más que la historia de los que tiene el poder (o mejor dicho, de los que por ahora tienen el poder), de los ricos y de los explotadores sean de un color o de otro.
Por eso los trabajadores, los luchadores y los militantes siempre tenemos que tener memoria. Pero no cualquier memoria, sino una memoria cargada de esperanza.
Así quisimos recordar a nuestro compañero Deli: memoria unida a la esperanza y a la confianza en un porvenir de lucha y victoria.
Deli es uno de esos jóvenes, hijo de una familia trabajadora de un barrio del sur del conurbano, que un día decidió ser militante.
Como habrá sido aquel día, podemos preguntarnos. Un momento tan importante siempre se recuerda. Cuando alguien ya decidió ser un militante verdadero, se orienta el rumbo… uno ya se siente fuerte, capaz de enfrentar muchas adversidades. Un militante decidido sabe que tiene que aprender mucho para superarse, que debe esforzarse y poseer mucha convicción acerca de la unidad de los que no tenemos ya nada que perder. Un militante decidido no le escapa a los desafíos, si es que ellos contribuyen a los intereses de nuestra clase. Un militante decidido sabe que el camino será largo, prácticamente todos los días y años que nos preste esta vida, así que debe armarse de mucha tenacidad y de paciencia impaciente. Ese era el camino que Deli había elegido para su vida, un camino que no termina con la vida propia.
Así ha sido desde hace décadas y hasta siglos: desde las extrañas de esta añeja sociedad han nacido generaciones de hombres y mujeres dispuestos a enfrentarse de pie y con una poderosa voluntad a este sistema injusto y miserable. Así fue como las profundas penas que ocasiona este mundo dividido en clases fueron juntando a los trabajadores de un lado y de otro, a los militantes con más militantes, ideas con corazón, con mucho sacrificio, pero también con la alegría de ser dignos, y tener nobles objetivos.
Así quisimos recordar a nuestro compañero Deli. Como un joven militante comunista, como parte de nuestra historia, y como parte de los que luchan.
Hermano, compañero Deli: ya te vemos con tu camisa a cuadros y tu inseparable gorra verde; ya es la hora y hay que ser puntuales.
Cargá tu mochila de libros y prepará la bicicleta. Es tiempo de alzar barricadas y juntar piedras para enfrentar al poder que insiste en no recordar.
Por la revolución y el socialismo. Hasta la victoria final.
Compañero Deli, presente.
Marzo de 2014 - Agrupación Hombre Nuevo
*** *** ***
Morir viviendo
Quise que un segundo no fuera una eternidad,
quise por unos minutos no haber aprendido a amar,
pensé en mariposas y en efectos pa' explicar,
supe que no hay nada que remplace a la verdad.
Y agoté con todo lo que se puede entender,
y sin más remedio me dispuse a comer
ese cruel veneno que nos tiene que doler,
pa' morir un rato y así volver a nacer.
Supe que ese paso no se puede desandar,
y quise abrazarte aunque sea una vez más,
calculé ausencias pa' aprender a transitar
un camino que entre todos tendremos que reinventar.
Sólo una flor de la invencible primavera,
pero tan bella como eterna compañera,
sólo se puede redimir,
si acá aprendemos a seguir.
Y justamente la justicia estuvo justo
para fallar una vez más para la muerte
de los que viven pa' que ellos no estén tranquilos,
mueren viviendo así el futuro es de los míos.
Sólo se puede redimir,
si acá aprendemos a seguir.
Morir viviendo, así el futuro es de los míos hoy.
Quise que un segundo no fuera tu eternidad,
quise para siempre haber aprendido a amar,
pensé en los naufragios que supimos comandar,
supe que este acorde a vos te iba a gustar.
Pensé en esas ganas que tenías de vivir
y en los privilegios que viviste pa' destruir,
pienso en esa gente que no sabe ya qué hacer,
y en los siglos que tu agenda tenía para ofrecer.
Y agoté con todo lo que se puede pensar,
supe que no alivia pero un poco hay que gritar,
quise abrazarte aunque sea una vez más,
pa' sentir lo que los ricos no pueden ni imaginar.
Sólo una flor de la invencible primavera,
pero tan bella como eterna compañera.
Sólo se puede redimir,
si acá aprendemos a seguir.
Y justamente la justicia estuvo justo,
para fallar una vez más para la muerte,
de los que viven pa' que ellos no estén tranquilos,
mueren viviendo, así el futuro es de los míos.
Sólo se puede redimir,
si acá aprendemos a seguir.
Morir viviendo, así el futuro es de los míos hoy.
Chimo
*** *** ***
Ser vida
Tan sencilla luz encontré,
tan sincero el rostro
que sabe sentir
lo que es "ser"
Firmeza que lo hizo entender
que la realidad es frágil
si se trata con deber.
Nos enseñaste a amar
a este mundo y combatir al tiempo
tené confianza que tu sonrisa
nos abraza hasta el final.
Supe a esa angustia tomar
y asumir que aún viva
la alegría
de tu andar.
Mirada humilde
de un invencible hombre nuevo
que hoy nos deja su grandeza
tras la injusta realidad.
Ana
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