EL CHE Y LAS TAREAS DE LA JUVENTUD REVOLUCIONARIA
con la participación de
Vicente Zito Lema
y Néstor Kohan
Sábado 21 de JUNIO a las 20 hs.
en la sede de la AJB Quilmes
(Brown 147, esquina Castelli - Quilmes)
Nace La Juventud de Hombre Nuevo Fernando Deliens
Jóvenes fueron los estudiantes que lucharon por la reforma del 18
Joven fue Santiago Pampillón.
Jóvenes fueron los activistas del Cordobazo.
Jóvenes fueron los héroes de Trelew.
Jóvenes fueron los chicos de la noche de los lápices.
Jóvenes fueron los héroes de Malvinas.
Jóvenes fueron los combatientes de Monte Chingolo.
Jóvenes también fueron de los primeros piqueteros.
Jóvenes estuvieron al frente el 19 Y 20 tirando piedras y haciendo barricadas.
Joven era Carlos Almirón.
Jóvenes fueron Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Joven fue Mariano Ferreyra.
Joven fue nuestro compañero Deli.
Jóvenes, de una madera noble y dura como el quebracho.
Tenaces, sacrificados y abnegados.
Jóvenes trabajadores.
Jóvenes de nuestra clase.
A 86 años del nacimiento del Che, lanzamos la Juventud de Hombre Nuevo Fernando Deliens, una organización de jóvenes que pretende aportar a la construcción y desarrollo de un proyecto revolucionario para nuestro país.
Derrota de los 70’ y la cuestión del poder
La profunda derrota que la clase trabajadora ha sufrido en nuestro país tras la feroz dictadura de los 70’, se enmarca en un retroceso generalizado y a nivel internacional del campo popular y los sectores revolucionarios que fuimos fuertemente golpeados por nuestros enemigos en el mundo entero. Siendo la caída del muro de Berlín y la posterior disolución de la Unión Soviética símbolos por demás ilustrativos del fenómeno en cuestión. En nuestro país, el retroceso no sólo implicó una derrota político-militar, sino que constituyó un golpe moral y un desarme ideológico, siendo este último el que configura la verdadera derrota estratégica.
En los 90’, las condiciones desfavorables nos empujaron a una etapa de acumulación de fuerzas. Tras la caída de la Unión Soviética, las aguas se dividieron, algunas izquierdas empalmaron con la derecha en plantear el fin de toda perspectiva de transformación radical del capitalismo, descartando como horizonte la lucha revolucionaria por el poder; en el otro extremo, las izquierdas institucionales minimizaron la derrota, asociándola livianamente con la caída de una tendencia (el estalinismo), y continuaron con una política centrada en la disputa electoral. Por su parte, el guevarismo quedó desmembrado y con algunas expresiones minoritarias con una concepción fragmentada y unilateral del pensamiento del Che; desmembramiento producto de la fuerte represión sufrida durante la dictadura, que tuvo a esta corriente como uno de sus principales objetivos y que terminó con la aniquilación física de miles de compañeros y cientos de dirigentes. En cualquiera de los casos, la cuestión del poder quedó fuera de discusión. Al tiempo que se iba instalando dentro de la militancia cierto culto a la práctica sin teoría.
Por su parte, las heroicas jornadas del 2001 se constituyen como un punto de inflexión en el proceso de acumulación de fuerzas. La crisis de dominación que atravesaron los poderosos de nuestro país, no adquirió un carácter revolucionario por la ausencia de una alternativa política, ausencia que lleva el signo del desarme ideológico y la debilidad organizativo-política de nuestra clase duramente golpeada en los 70’, 80’ y 90’. El 2001 como escuela, nos ha demostrado que los trabajadores y el pueblo en la calle y dispuestos, tenemos la capacidad de correr a la policía y sus gobiernos.
No se fueron todos, más bien cambiaron de cara y estrategia las clases dominantes. En diez años, una variante inteligente de la burguesía acompañada por un viento de cola económico a partir del aumento de precio de los commodities, el kirchnerismo, ha logrado reconstruir con creces la legitimidad de las instituciones de dominación, la confianza de los trabajadores y el pueblo en las mismas.
Para lograr con su cometido, la reconstrucción de la hegemonía, el kirchnerismo ha otorgado algunas concesiones, que pretende se constituyan como punta de lanza para adueñarse de banderas históricas de nuestra clase. Intentona que tiene su capítulo especial en el proceso objetivo de politización de la juventud que se desata tras las jornadas del 2001 y que el gobierno pretende hacer pasar como obra suya.
Juventud Fernando Deliens
Sucintamente hemos tratado de enumerar algunas de las grandes dificultades que, entendemos, atravesamos como clase en la etapa actual. La derrota histórica, el desarme ideológico, el culto a la práctica sin teoría que heredamos de los 90’, la ausencia de una izquierda revolucionaria, la cooptación e institucionalización, impactan fuertemente en la juventud, su formación y perspectiva. Estos son algunos de los fundamentos que impulsan el nacimiento de la Juventud de Hombre Nuevo Fernando Deliens. Una Organización Revolucionaria de Jóvenes trabajadores y estudiantes que pretende humildemente aportar a la construcción y desarrollo de un proyecto revolucionario para nuestro país, que tenga como punto ineludible la lucha por el poder. Puede que dicha afirmación se aparezca como anacrónica, ahí una de nuestras tareas: volverla actual, a partir de la reconstrucción de una izquierda revolucionaria.
Los jóvenes hemos jugado roles centrales en todos los procesos de transformación histórica. De la mano de la reconstrucción de la izquierda revolucionaria y el guevarismo, es preciso construir la juventud revolucionaria y la juventud guevarista; que dispute la orientación del movimiento juvenil, que levante una alternativa a las variantes burguesas y reformistas. Que aporte a la lucha ideológica desde el guevarismo entre los jóvenes, pero también al desarrollo de la acumulación de masas.
Debemos realzar la centralidad de la formación política, tal como nos enseñó el Che, aquel revolucionario que hasta en las condiciones más adversas continuaba con su formación sistemática, en los campamentos guerrilleros de la selva y hasta arriba de los árboles. Es preciso que trabajemos en la formación de cuadros juveniles que apuntalen el rearme teórico que nos disponemos a encarar desde el guevarismo. Pero que nos formemos en el marxismo vivo y no en el esquematismo dogmático, debemos ser una juventud creativa, capaz de pensar en nuestras propias condiciones, con nuestros pies en nuestro continente y la mirada en nuestros objetivos estratégicos. Porque una juventud que no crea es una anomalía.
Fernando Deliens ha sido un militante revolucionario de nuestra organización Hombre Nuevo. Joven y abnegado activista que poseía las características fundamentales con las que aspiramos a educarnos los miembros de la naciente organización. La abnegación, la perseverancia, la disciplina, la humildad, el humanismo, la dedicación a la formación, la disposición a asumir todas las tareas, la condición de organizador, la sistematicidad, la creatividad y la juventud fueron algunas de sus características fundamentales. Es por ello que hemos resuelto que la Juventud de Hombre Nuevo lleve el nombre de Fernando Deliens.
El escenario actual de ajuste y represión, prefigura el corrimiento a la derecha de la realidad política que se viene en nuestro país. Como en todas las crisis y los posteriores ajustes, los jóvenes somos los más golpeados. Desde la Juventud Fernando Deliens formamos parte de las luchas por defender y ampliar nuestros derechos, y de todas las luchas legitimas de nuestro pueblo, que abonen a mejorar nuestras condiciones, pero también y fundamentalmente que abonen a la organización de nuestra clase para la realización de una sociedad sin explotadores ni explotados, sin opresores ni oprimidos.
Por el socialismo. Crear dos, tres, muchos Guevara.
SEREMOS COMO EL CHE.
Juventud de Hombre Nuevo Fernando Deliens
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