domingo, 10 de agosto de 2014

Invitamos a celebrar la integración de los compañeros de MONTE a Hombre Nuevo

Sábado 16 de Agosto a las 19 hs
En Arenales y 3 de febrero (San Fernando)


Realizaremos un brindis y compartiremos una comida

Nos reivindicamos guevaristas, hijos de una larga tradición de luchadores que supieron interpretar las enseñanzas del marxismo leninismo para nuestra América. Debatir, discutir, interpretar y crear heroicamente una praxis política aferrada a las enseñanzas de las luchas que nuestra clase protagonizo desde la conformación del capitalismo, desde la existencia de la opresión del hombre por el hombre.

Somos guevaristas no porque centremos nuestras ideas en un sólo hombre, sino porque como el Che hubo cientos de compañeros y compañeras que tomaron ese ejemplo, fueron consecuentes con sus ideas y apostaron a la lucha revolucionaria en américa latina. Interpretaron las necesidades de la época, analizando la situación concreta en el momento concreto, buscando despojarse de los dogmas, las autoproclamaciones, los triunfalismos sin sentido y sobre todo buscando la unidad como elemento indispensable para la revolución.
En este marco es que ubicamos aquel 16 de agostos, día en que se lleva a cabo una de las acciones más importante de la unidad de los revolucionarios en la argentina de la década del 70. Aquellos compañeros que dejaron su vida en la heroica fuga de Trelew, aquellos que los honraron en el penal y todos los que siguieron el ejemplo de los compañeros que días después fueron fusilados por el fuego del enemigo. Décadas después, seguimos el ejemplo de estos compañeros, abrazamos al marxismo como una guía para la acción, tomamos la experiencia de los miles de compañeros que nuestra clase supo parir con el convencimiento que sólo la revolución socialista es el camino que nos dará plenitud como hombres, plena libertad y la total abolición del hombre como lobo del hombre.
Por todo esto que hoy, 16 de agosto, tomamos como punto de llegada a un rico intercambio entre dos organizaciones hermanas, entendiendo que la llegada abriga algo más importante que es el encuentro, la unidad entre las mismas para conformar una sola fuerza que siga abonando a la construcción del partido del revolucionario de los trabajadores que toda revolución necesita. Claro está, no como los herederos directos de aquellas gestas, sino como un núcleo más de los tantos existentes hoy en nuestro país que todos los días trabajan en el campo o en la ciudad, en los lugares de trabajo o de estudio, en los barrios y centros culturales, es decir, en cada una de los lugares donde la clase desarrolla su vida y se constituye como tal; en cada uno de los frentes de batalla en donde defendemos nuestros intereses contra el capital.

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