Hoy. Ayer, Hace 42 años, Córdoba se convertía en un hito ineludible de referencia de la lucha popular. El 29 de mayo de 1969 trabajadores y estudiantes pasan a la ofensiva, asumiendo una clara perspectiva de clase, cuestionando y enfrentando un régimen de explotación y miseria.
La movilización de la clase obrera cordobesa contra la dictadura, fue un enfrentamiento contra la represión, por entonces en aumento; contra el incremento de la desocupación, los ataques al salario y a los derechos de los trabajadores. Marcó el inicio de una nueva etapa política, signada por la demostración clara de la potencialidad de la clase trabajadora para dirigir al conjunto de los sectores explotados y oprimidos.
Mientras la burocracia sindical negociaba y aplaudía a Onganía, entre los trabajadores se iba desarrollando una corriente que cuestionaba esta actitud conciliadora, que iba gestando una organización democrática, amplia, independiente y clasista, que entendía que era necesario luchar para liberarse de la dictadura y de la expoliación imperialista. Este sindicalismo combativo, que no restringía la acción gremial a la negociación de los convenios colectivos, que no se sentaba a repartir la torta con los empresarios, confluirá con los estudiantes y el pueblo en general en el “Cordobazo” de 1969.
Ese día Córdoba es una trinchera. Son las trabajadoras, las amas de casa, los obreros y estudiantes que luchan hermanados. Es el pueblo decidido y firme. Son sus hombres y mujeres que levantan barricadas, queman los símbolos de la riqueza y del imperialismo, atacan a la policía y la obligan a retirarse hasta que la ciudad es suya.
Córdoba es libre, es pueblo y es victoria. Es una enorme demostración de capacidad de organización y fuerza popular. La dictadura cae y lleva consigo una herida de muerte.
Ayer. Hoy. Aquel 29 de mayo tiene una enorme vigencia.
Porque demuestra que es posible que los trabajadores sean una fuerza creciente que esté al frente del proceso de liberación. Pero una liberación que parta de la construcción desde abajo, luchando en defensa de los verdaderos intereses de los trabajadores, de su emancipación del capital, batallando al mismo tiempo contra las viejas burocracias reformistas y negociadoras.
29 de mayo que es ayer, hoy, y que será mañana.
Porque para terminar con la precarización laboral, con la explotación y la miseria, no hay otro camino que organizarse, desde abajo, con honestidad y solidaridad, con firmeza y convicción. Porque a pesar de la confusión a la que intentan someternos, a la ilusión engañosa del pacto con el opresor, no hay otra salida real y definitiva para el pueblo que la lucha revolucionaria por el socialismo.
¡Alcemos las banderas rebeldes de los trabajadores y el pueblo de aquel 29 de mayo!
¡Honremos la justa memoria y los principios del Cordobazo!
¡Arriba la rebelión de los explotados y excluidos de Nuestra América Latina!
AGRUPACIÓN HOMBRE NUEVO
29 de Mayo de 2011