domingo, 23 de diciembre de 2012

Ante la crisis social, la respuesta no puede ser la represión

Declaración de la Agrupación Hombre Nuevo
Ante la crisis social, la respuesta no puede ser la represión
Una serie de saqueos en distintos puntos del país conmocionó el escenario político nacional en estos días. A 11 años de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, el conflicto social que se inició en Bariloche, una localidad con una extrema pobreza, se extendió luego a los barrios más golpeados de Rosario, Tucumán, Neuquén y también a la zona norte del Conurbano bonaerense.
La respuesta del estado no se hizo esperar. El envío de 400 gendarmes comandados por Sergio Berni - ex espía de las fuerzas de seguridad, que dirige la represión a los trabajadores como este año en la Panamericana y que se dedica además a perseguir a los movimientos sociales- fue el comienzo de un operativo nacional que dejó un total de  600 detenidos en todo el país y 3 muertos pertenecientes una vez más a las clases populares.
La incidencia en el armado de muchos de estos sucesos de sectores en disputa con el gobierno nacional que operan tras bambalinas pretendiendo instalar una agenda aun más regresiva para los sectores populares, se da sobre una base real de un aumento de la pauperización y la carestía de la vida que impulsó a cientos de familias desahuciadas. A los niveles consolidados de precarización laboral que afectan a más de un tercio de los trabajadores, la inflación que carcome los salarios –y más de aquellos que en negro no logran acceder siquiera a las actualizaciones por debajo de la inflación- deben sumársele la carga impositiva que opera desde los salarios medios con el llamado impuesto a las ganancias, el IVA sobre muchos productos de primera necesidad, los aumentos en impuestos y servicios, en particular el de transporte, en el que el gobierno nacional ha aplicado un nuevo tarifazo. Estos elementos hacen que los trabajadores sigan siendo el sector en el que recae gran parte de la recaudación fiscal y que sostienen con la precariedad de sus trabajos y su vida el crecimiento económico y las ganancias de los sectores concentrados de la economía. Ese saqueo silencioso hacia el pueblo, saqueo que nadie televisa, es el que le permitió a los bancos que operan en Argentina alzarse en el 1º semestre de 2012 con utilidades de más de $4.400 millones.
Los vínculos entre barrabravas, burocracia sindical y partidos políticos patronales son conocidos por todo el pueblo. Esos vínculos, que sostienen históricamente a gobiernos del PJ y demás fuerzas tradicionales, y que son los que se emplean para romper huelgas o tercerizar la represión contra trabajadores, hoy juegan también en la interna peronista y la crisis política de los de arriba. Sin embargo, no debe ser invisibilizada (como pretenden los medios de uno y otro bando) la participación de jóvenes y sectores populares excluidos por este sistema capitalista que los condena a vivir de las migajas del estado. Se evidencia una crisis social que es resultado de una política de ajuste que, más o menos solapada o atenuada, se viene cargando de manera constante sobre los de abajo y que se pone de manifiesto en el recorte del gasto social y en la caída del empleo sobre todo en rubros como la construcción, que suele ser fuente de trabajo para este sector social. A 10 años de crecimiento económico a tasas chinas, para importantes sectores de nuestro pueblo, sobre todo la juventud, los cambios son insignificantes. Su situación económica y social sigue siendo crítica. Ni la Asignación Universal, relegada en nuestros presupuestos nacionales por las cifras de pago de deuda pública, ni las políticas “progresistas” e inclusivas que los laderos del oficialismo defienden fervorosamente resolvieron ni pueden resolver los problemas estructurales de nuestra clase.
Luego de todos estos años de gobierno, en los que no se ha realizado una verdadera distribución de la riqueza y de programas de empleo que ofrezcan una salida a los sectores populares, frente a esta situación social tampoco se implementan programas de emergencia. El kirchnerismo resuelve reprimiendo con el envío de centenares de gendarmes a las zonas de conflicto al mando directo del reaccionario Secretario de Seguridad Sergio Berni. Nuevamente, en la disputa interna de los sectores de poder, los muertos los pone el pueblo y las víctimas de la represión y detenciones son, como suele pasar, los pobres.
 La crisis y pelea entre los de arriba debe encontrar al pueblo trabajador organizado, y tratando de abrirse camino sin ser arrastrado por ninguno de los bloques patronales en disputa. Desde la Agrupación Hombre Nuevo exigimos el cese inmediato de la represión y la implementación urgente de medidas frente a la grave crisis social: 
- Fin de la represión y la libertad a los detenidos.
- Juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de los asesinatos en Rosario.
- Por una navidad sin hambre ni exclusión: Bonificaciones de fin de año
- Eliminación del IVA a los productos de primera necesidad.
- Basta de hambre y pobreza: Salario mínimo equivalente a la canasta familiar.
- Más impuestos a los ricos y más derechos para los de abajo.
- Implementación de programas de empleo para los jóvenes.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Llamarada N13

Editorial La Llamarada N13: Alicia detrás del espejo


Editorial La Llamarada N13

Alicia detrás del espejo
Cerca del Palacio de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, puede leerse pintado en una cortina metálica: “¿Para quién hicieron la cárcel, si el rico nunca entra y el pobre nuca sale?”. El graffiti, de cuño libertario, rescata una vieja frase que también ha sido incorporada a la letra de una canción por un conocido grupo de punk-rock vasco. Esas simples y a la vez rotundas palabras enuncian una verdad popular indudable. Pero por si alguno dudase, ahí está la realidad para saldar debates. La pretendida imparcialidad de la Justicia y la tantas veces proclamada igualdad ante la ley se disipan en el aire ante el carácter de clase que ordena, por ejemplo, que los empresarios de la trata y sus rufianes son inocentes, pese a decenas de testigos y damnificados que desfilan por los tribunales tucumanos denunciando lo contrario. El escandaloso fallo absolutorio para los proxenetas acusados por el caso de Marita Verón, que pese a la lucha a brazo partido de familiares y organizaciones sociales arrastra más de una década de impunidad, despertó la sana indignación de gran parte de la población. Movilizaciones y repudios generalizados, incluida la pueblada frente a la Casa de Tucumán en la capital porteña, marcaron la reacción de los de abajo ante la impunidad sentenciada y rubricada en expedientes y fallos por los de arriba. El caso que recientemente dio entidad legal a la protección con que cuentan los poderosos para secuestrar, prostituir y hacer desaparecer, promete tener nuevos procesados… pero entre los militantes sociales que se movilizaron para rechazar el fallo de la vergüenza. El Estado que en los tribunales declara la inocencia de los traficantes de mujeres amenaza con causas judiciales a organizaciones y referentes que se manifestaron frente a la Casa de Tucumán en la C.A.B.A. Sergio Berni, Secretario de Seguridad, ha declarado en distintos medios ante las roturas en la fachada del citado edificio, con tono amenazante, que no cesará hasta encarcelar a los dirigentes populares a los que él hace responsables de esos hechos. En su prédica reaccionaria ha señalado a organizaciones enteras, como es el caso del Frente de Organizaciones en Lucha - FOL. Quien desde su cargo en la cartera de Seguridad poco hizo contra la trata de personas, o por investigar el asesinato de Noemí Condori, militante del FOL Escobar, en la última semana no ha perdido ocasión para estigmatizar a dicha organización ante la prensa amarilla amiga de la mano dura. Además, el funcionario y ex carapintada repartió sus acusaciones hacia otras organizaciones, como es el caso del PTS.
El calendario, con la obligada recordación de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, puede aportar elementos en sintonía con los anteriores. ¿Quién pagó los casi cuarenta muertos del llamado “Argentinazo”? El pueblo que dejó el cuero en las barricadas frente al estado de sitio de un mandatario decadente y en huida no recibió siquiera el favor de ver tras las rejas a la última línea de sus verdugos. Por los asesinados en diciembre de 2001, once años después, hay condenados solamente seis imputados, todos del último eslabón en la cadena de mandos. De ellos, apenas cuatro cumplen prisión efectiva. Ninguno de los funcionarios, desde De la Rúa, hasta el ex Secretario de Seguridad Mathov o el ex jefe policial Santos, se encuentran detenidos actualmente. El fugado presidente se halla procesado aún, pero libre, pese a que se ha apelado su absolución, declarada por el juez Bonadío en 2007. Mathov y Santos conocieron apenas unas semanas de prisión preventiva durante 2002. Los caídos del pueblo, en la memoria colectiva; pero esperando una justicia que exceda el reconocimiento de los que luchan, mérito ganado para siempre.
En semanas donde “per saltum” y otros términos latinos provenientes del Derecho pueblan las tapas de los diarios, y entre el gobierno y las corporaciones antes aliadas y ahora enemigas se intercambian chicanas judiciales por la llamada “Ley de Medios”, desde el Poder Ejecutivo se esgrimen discursos que invitan a “democratizar la justicia”. Los señalamientos presidenciales acerca del carácter corporativo de los jueces son tan ciertos como estructurales: ese supuesto llamado a la democratización de la justicia es una encerrona, un perro mordiéndose la cola. ¿Podría la Justicia, en tanto institución, mantenerse ajena a los intereses de quienes poseen todo, incluso el poder para matar impunemente, para tener prostíbulos en calles céntricas, para alimentar la maquinaria punteril con dinero del narcotráfico o la trata? ¿Podría la Justicia tribunalicia escapar a otros procesos de justicia? Sería extraño encontrar en las sentencias la equidad negada por la desigualdad existente en otros órdenes. Pero, además, y sin dejar de reconocer los logros populares logrados al hacer avanzar el juzgamiento a una parte de los genocidas de la última dictadura, ¿querría el gobierno que destina más dinero al pago a acreedores externos de deuda que a Educación o a la Asignación Universal por Hijo democratizar seriamente esa estructura? ¿Puede ser un gobierno que acicatea a las mayorías populares poniéndolas como base de un sistema tributario regresivo, con impuestos al consumo y al salario, el que cuestione el carácter aristocrático del Poder Judicial? ¿No se sirve, acaso, tantas veces como otras critica, de esa misma estructura burocrática tan entrelazada con empresarios y funcionarios?
En la conocida historia de Lewis Carroll, Alicia en el país de las Maravillas, la protagonista realiza un viaje fantástico y absurdo, en el que se ve juzgada de manera delirante por los reyes de un mazo de naipes. A diferencia de lo que sería una aparente paradoja, mediante la cual la Justicia hace que los culpables queden libres y los inocentes condenados, puede leerse una norma. Mientras el estado tenga el signo de los empresarios, sean los que obtienen sus fortunas mediante el tráfico de personas para ser explotadas sexualmente, o los que se nutren de la explotación en los campos envenenados de soja y pesticidas, o los que se forran de dinero gracias a quienes dejan la salud en las tan celebradas  industrias, no podremos hablar de Justicia, sino muy parcial y acotadamente; tanto dentro como fuera de los tribunales. La pelea por justicia y contra la impunidad es y seguirá siendo bandera del pueblo en lucha, y no de los gobiernos, incluso los pretendidamente progresistas. La justicia que ansiamos llegará de manera definitiva junto con los cambios que nuestro país y nuestro continente necesitan: los que pongan fin a la explotación, los que planten la bandera de la libertad y el socialismo; los que además de hablar de igualdad ante la ley, concreten la igualdad ante la vida.    

Equipo de Redacción
La Llamarada

Diciembre de 2001- diciembre de 2012: ahora más que nunca, independencia de clase
Ante un nuevo “pacto social” en puerta que la CGT oficialista y el gobierno nacional se aprestan a firmar, y que pretende relegar nuevamente a los trabajadores y sus ingresos, la burocracia sindical de las CGT de Moyano y Barironuevo y la de la CTA Micheli salen a movilizarse. Tomando una agenda que no defienden coherentemente, y que incluye la pelea por el salario, las jubilaciones y contra el impuesto al sueldo, tanto Moyano como Micheli dan rienda a sus sendas perspectivas electorales para 2013. Mediante una movilización anunciada provocativamente para este 19/12, fecha que en 2001 encontró a sus dirigencias vergonzosamente ausentes de la lucha de calles, las direcciones burocráticas del sindicalismo ofrecen algo que se parece más a un acto pre-electoral que a una medida de lucha real contra el ajuste. Como pretendida expresión sindical de los cacerolazos de septiembre y noviembre hegemonizados por sectores reaccionarios, los dirigentes incluyen reclamos como “la inseguridad”, e invitan con un rol protagónico nuevamente a actores como el “Momo” Venegas, la UCR o la Federación Agraria. Desde la Agrupación Hombre Nuevo,  entendemos que la unidad de acción en defensa del salario no debe ser confundida con una participación en actos planteados con oportunismo por el moyanismo o el FAP. Respetamos la decisión táctica de muchos luchadores clasistas que participarán de la movilización del 19, pero señalamos que, a nuestro juicio, la presencia de una parte de la izquierda en esa marcha tiene más chances de legitimar una convocatoria teñida por el descrédito de los dirigentes patronales que la convocan, que de dar una disputa seria ante las bases por el rumbo de los conflictos en curso y los venideros. Nuestra exigencia de un plan de lucha sostenido y progresivo hacia la cúpula de las centrales debe ser una constante, pero ello no debe traducirse en ceder ante una maniobra divisionista que tiene como perspectiva vaciar de contenido una fecha tan significativa para la izquierda como lo es el 20 de diciembre.
Por eso, llamamos a centrar nuestras energías en movilizarnos el 20, participando del acto a las 15 hs. en el Obelisco junto a otras organizaciones de la Izquierda Independiente, y marchar luego junto a otras  fuerzas a la Plaza de Mayo.





martes, 20 de noviembre de 2012

REPUDIAMOS LA NUEVA INVASIÓN DEL ESTADO TERRORISTA DE ISRAEL CONTRA GAZA




REPUDIAMOS LA NUEVA INVASIÓN DEL ESTADO TERRORISTA DE ISRAEL CONTRA GAZA

Una vez más, el Estado de Israel lanza misiles, bombas, exterminio y muerte sobre el pueblo de Palestina. Una vez más, la política de aniquilamiento contra un pueblo es justificada por los invasores  como “legítima defensa”. Los hombres, mujeres, niños y ancianos que sobreviven en Gaza, amurallados, sitiados, negados, torturados, sometidos a requisas, exilio, al bloqueo, a la falta de agua, a la falta de escuela, a la falta de futuro, padecen hoy además un ataque que promete ser en gran escala. Una vez más, la prepotencia del victimario acompaña el poderío militar con la impunidad, la invasión con la mentira. El Estado genocida de Israel se presenta en su discurso (y en muchos de los intelectuales sionistas “progresistas”) como víctima de un pueblo ocupado desde hace más de medio siglo, arrinconado en la franja más densamente poblada del planeta, que lucha por su liberación, por su derecho a la autodeterminación.
En el medio de la propaganda del Estado Israelí, de Estados Unidos y de todas las grandes potencias de Occidente, como socialistas, como trabajadores, como pueblo tenemos el deber de gritar, una vez más, ¡fuera Israel de Palestina! ¡Viva Palestina libre!
Convocamos a concentrarnos el miércoles 21 de noviembre a las 17hs. En Av. De Mayo y 9 de Julio para marchar a la embajada de Israel para expresar nuestro repudio al ataque y nuestra solidaridad con el pueblo palestino.

Agrupación Hombre Nuevo

martes, 13 de noviembre de 2012

Sintonía Fina y Cacerolazos

 


Sintonía Fina y Cacerolazos
Entre los que no se fueron y los que quieren volver


La polarización política entre el gobierno y la oposición burguesa está instalada.  Ocultos están muchos aspectos del programa reaccionario de la oposición que se agazapa tras los cacerolazos. La agenda de lucha de reclamos de los sectores populares, intenta ser cajoneada por estos dos bloques.

Asistimos a una situación económica difícil para los de abajo: la inflación que carcome entre un tercio y una cuarta parte de nuestros salarios; despidos y suspensiones; paritarias frenadas, y un salario mínimo de hambre pactado entre burocracia sindical, estado y empresariado; recortes provinciales y conflicto con estatales... Elementos que son parte de la Sintonía Fina, y a los que se suman la sanción de un Presupuesto para 2013 presentado por el ejecutivo, donde el gasto social está por debajo de la inflación real, y una ley de ART a medida de la UIA, votada conjuntamente entre el kirchnerismo y el PRO. En este escenario, los cálculos oficiales según los cuales es posible alimentarse con $6, resuenan más insultantes que nunca.

El “8N”
El último cacerolazo, que compartiendo el envoltorio marketinero proveniente del país del Norte se presentó como el “8N”, fue una masiva movilización con participación preponderante de los sectores medios y altos, aunque con presencia de sectores que no necesariamente pertenecen a la “pequeña burguesía”, como son trabajadores y empleados urbanos. Aunque el que marchó el día 8 no es un bloque homogéneo, y en este segundo episodio se vio una composición algo más variada, lo cierto es que la derecha logró acaudillar en su iniciativa a otras capas afectadas por la falta de poder adquisitivo. Con mayor habilidad que en el cacerolazo del 13 de septiembre, se notó cierta adecuación de las consignas hacia lo que podría llamarse la “corrección política”: se pedía explícitamente desde la convocatoria no portar proclamas agresivas. Pese a este maquillaje, podían verse no pocos estandartes que comparaban a Argentina con Venezuela desde una óptica inconfundiblemente macartista; no menos pudieron apreciarse consignas contra el aborto, Cuba, o la izquierda en general –a la que grotescamente se asocia a este gobierno-. Otros carteles apelaban a las críticas al oficialismo por la inseguridad, o contra la re-reelección. En muchos casos se hablaba de una defensa de la Constitución Nacional, la misma que heredamos del Pacto de Olivos en los ’90. Es cierto que pudieron verse mezclados también reclamos contra la inflación, la megaminería o el impuesto al salario. Pero en esa heterogeneidad, quien capitaliza la mayor parte de las demandas y las resignifica es la derecha opositora. Son quienes levantan un programa aún más regresivo para nuestra clase que el vigente (mayor liberalización de la economía, reducción drástica del gasto público, etc.).
De nuevo cacerolas, pero sonando distinto
Estas cacerolas no suenan como las de 2001, sencillamente porque en aquellos días la llamada clase media se recostó en la lucha de los sectores populares, que veníamos desde hace años peleando contra una desocupación con picos del 35 %. Había sido el movimiento piquetero el que encabezó la resistencia, y la gravedad de la crisis fue la que unió momentáneamente a ambos sectores. Las cacerolas del “8N” lejos están de los piquetes y la lucha junto a los pobres de nuestro país. Lejos están de un proyecto de igualdad social y verdadera distribución de la riqueza; tan lejos como lo está el gobierno que ha beneficiado a un sector empresarial que ha obtenido inmensas ganancias bajo su gestión. El kirchnerismo, que ha aprendido la lección burguesa que plantea que para mantener la gobernabilidad es necesario ceder algunas reivindicaciones a los sectores populares, es ahora cuestionado desde arriba por muchos de sus mayores beneficiarios. Dando respuestas que se limitan a circunscribir esta disputa interburguesa en el “7D” y la reacción del Grupo Clarín ante eso, el gobierno niega la magnitud y profundidad de la crisis política. Recompuesta en gran medida la gobernabilidad cuestionada en 2001, una buena parte de los capitalistas se lanzan contra la redistribución de las migajas del llamado “modelo”.

En un río revuelto
Nos hallamos en una situación política compleja, en donde las veredas no siempre están del todo claras; por eso, ante la crisis política y choques por arriba, es preciso saber identificar cuáles son los intereses que se ocultan detrás de cada frase o cada accionar. Por eso es indispensable estar atentos y visualizar que los promotores del “8N” contienen una ideología y un programa derechista, aunque se hayan esforzado por presentarlo de manera más edulcorada en esta movilización. Es ingenuo pensar que pudiesen estar preocupados por resolver los problemas del país los Macri, De Narváez, Alfonsín Jr. y la UCR, el “Momo” Venegas, o grupos monopólicos como Clarín.

El papel de la izquierda
Resulta lamentable ver cómo muchos grupos, compañeros y activistas malgastan los escasos recursos con los que contamos actualmente en la izquierda yendo a hacer sonar las cacerolas porque, nos dicen, “ahí están las masas”. Como si una manifestación masiva, pero cuestionable desde muchos puntos de vista, entre ellos su composición social predominantemente clasemediera, y fundamentalmente su programa antipopular, fuese la única expresión válida del pueblo. O como si el pueblo, teniendo en cuenta que hubo sectores populares movilizados, no pudiera equivocarse y marchar ocasionalmente bajo banderas que no lo representan en sus intereses de clase.
Muchos grupos de izquierda, detrás de la premisa de que “hay que intervenir”, creen –o, al menos, argumentan- que repartiendo volantes de manera casi evangélica están dando una disputa política. Por la actual agenda y la composición que caracterizan estas movilizaciones, la izquierda no tiene posibilidades serias de disputar la dirección política de los cacerolazos que –insistimos- llevan un rumbo marcadamente derechista. Resulta caricaturesca la idea de que un puñado de activistas vaya a torcer los ejes meticulosamente elaborados y propagados en una convocatoria que se cimenta en arraigados prejuicios sociales.
Hay fuerzas que justifican su participación hablando de combatir de ese modo la ausencia de la izquierda en la "movilización de masas"… Desde Hombre Nuevo creemos muy saludable que hayamos sido muchos los ausentes: tanto de esta marcha como de las marchas junto a las patronales del campo, del vergonzoso apoyo al pseudo-amotinamiento de represores, como también de los actos oficialistas. Esto no quiere decir que seamos “abstencionistas”, o que sigamos la lucha de clases desde un monitor de computadora. Nuestra caracterización de la etapa, más allá de la crisis política y económica actual, nos posiciona en un período de acumulación de fuerzas, donde es preciso, para no contribuir a una nueva derrota de nuestro pueblo, cuidar como el bien más preciado la independencia de clase, y huir como de la peste de cualquier atisbo de posiciones camaleónicas. Mantener la independencia de clase, forjando activamente espacios para el reagrupamiento de los que luchan, espacios intermedios que den respuestas políticas en la calle, poniendo en discusión un programa para un proyecto emancipatorio para nuestro país; para que la ardua lucha por el socialismo se dé en el terreno concreto, y no sólo en los volantes.
En este contexto, debemos asumir que desde las organizaciones de nuestra clase no tenemos aún la fuerza para direccionar estas movilizaciones desde abajo y a la izquierda. Aunque provisoriamente nuestro camino y el de muchos laburantes que marcharon recientemente no sea el mismo, es preciso mantener la coherencia, porque esto es lo que verdaderamente servirá para clarificar los intereses en pugna a nuestros hermanos de clase, y no una prédica confusa asociada al oportunismo con perfume electoral.

El paro nacional
En el plano sindical, que no deja de compartir fuertes puntos con el político-electoral, la CTA Micheli y la CGT Moyano han convocado un paro general para el 20 de noviembre. La necesidad de medidas de lucha unitarias para enfrentar en el plano nacional a los avances tangibles que el gobierno y los empresarios dan sobre el salario, ya sea mediante la inflación o mediante recortes en puerta, chocan nuevamente con la dirección política de las centrales que llaman a estas medidas. La justeza de reclamar por la actualización del salario mínimo hasta los $5.000, o la eliminación del impuesto al salario; de pedir el 82% móvil para todos los jubilados o la derogación de la llamada “Ley Antiterrorista”, se ven desdibujados prontamente por la especulación política de Micheli, aliado al FAP de Binner y recostado en las patronales sojeras; y por el sindicalismo empresario de Moyano, pegado al peronismo recalcitrante y coqueteando con Macri y Scioli.
Pese a estas direcciones, aquí la que juega es nuestra clase. Por eso es que sí debemos dar disputa en esta cancha: la de la recuperación de nuestros sindicatos de manos de la burocracia, la de no regalar ninguna consigna para que sea usada en una agenda digitada por armados políticos patronales, la de no relegar las movilizaciones callejeras. En este sentido, el paro del 20 es una fecha de disputa para los de abajo. Aunque tampoco en ella tengamos la capacidad torcer en lo inmediato la dirección actual del conflicto hacia un plan de lucha de orientación clasista, sí es nuestro ámbito, y sí debemos mantener esa perspectiva y esa exigencia. Sin depositar la menor expectativa en las actuales conducciones de las centrales y en sus armados político-electorales, es preciso pelear para instalar en esta fecha nuestros reclamos y nuestra agenda.    
Impulsando medidas con sectores clasistas y con todos aquellos que sean independientes de los partidos burgueses, es preciso poner en marcha una verdadera alternativa en medio de esta disputa por arriba. Sin marchar deshilachadamente detrás de ningún sector patronal, sea sindical o político, sino consolidando la unidad de los que en 2001 dejamos la vida en las calles para que se vayan todos; parándonos en la vereda de enfrente de los que no se fueron y también de los que quieren volver.

Agrupación Hombre Nuevo - 13 de noviembre de 2012


domingo, 4 de noviembre de 2012

Agustín Tosco - A 37 años de su muerte



Agustín Tosco
A 37 años de su muerte


Es necesario, como sociedad, recuperar y reflexionar sobre nuestra historia reciente, en la que hubo hombres y mujeres que lucharon, construyeron y amaron tanto a su pueblo, que dieron su vida por construir un país donde no hubiera miseria, donde no hubiera desigualdad, donde primara la felicidad.

Agustín Tosco fue uno de esos hombres.  
Si bien en muchos sentido Tosco fue, como dicen “un fuera de serie”, también que fue un trabajador, como tantos, un hombre común y corriente, como nosotros, que se dispuso a recuperar la política en las manos del pueblo, reivindicando el derecho a construir su destino. Fue un trabajador que creyó en la posibilidad de transformar colectivamente la sociedad y que en ese camino, por su perseverancia, por su coherencia, por su honestidad, se convirtió en un dirigente nacional.

Luchador incansable por la unidad de todos los trabajadores, como dirigente sindical  supo diferenciarse siempre de otros “líderes” que llevaban su función desde mullidos sillones, alejados de toda relación sincera con el pueblo.
El pensamiento de Tosco se fue consolidando, profundizando su conocimiento y a su vez influyendo en sus compañeros en cuanto al papel que debía cumplir el sindicato, sobre la base de una permanente vinculación entre dirigentes y afiliados, tanto en la sede gremial como en los lugares de trabajo, que nunca abandonó, y teniendo la democracia de bases como forma de organización.

Valoraba el estudio y promovía la formación de sus compañeros obreros, estimulándolos a auto superarse, a reflexionar, a comprender los problemas sociales y sus causas. En el marco de los gobiernos dictatoriales que asolaron nuestro país, Tosco promovía “la reivindicación consecuente de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de los trabajadores y simultáneamente [buscaba] sumar los máximos esfuerzos desde su terreno específico para que políticamente el poder [fuera] ejercido [efectivamente] por el  Pueblo”.

Tosco promovía la unidad de todos los sectores populares, pero no a unidad vacía, sino convocándolos a construir un proyecto colectivo de transformación social. Entendía que era posible y necesario hacerlo y no temía enfrentar a quienes se opusieran en ese camino.

La experiencia de las luchas de masas de 1969, y en particular el Cordobazo, hicieron a Agustín Tosco figura nacional e internacional. Las sucesivas prisiones a las que fue sometido, en Villa Devoto y más tarde en la cárcel de Rawson, impuestas para neutralizarlo, no sirvieron sin embargo para acallarlo. No le tembló la voz al continuar denunciando las vejaciones de los gobiernos dictatoriales y antidemocráticos. Y tampoco dudó en reivindicarse como compañero de los grupos revolucionarios que en los ’70 se organizaban militarmente para plasmar su proyecto revolucionario.

Hoy, cuando desde distintos lugares se recupera y reivindica la figura de Tosco sólo como un ejemplo de lucha inclaudicable, de perseverancia, de honestidad, es indispensable recuperar cuáles eran los objetivos claros de esa lucha.
Agustín Tosco impulsó y luchó para construir un sindicalismo que no fuera un apéndice del sistema que se apoya en dirigentes traidores para ponerlos a su servicio, sino un sindicalismo de liberación, un sindicalismo que, promoviendo la más amplia y democrática participación de las bases, asumiera su papel político  con una perspectiva revolucionaria, que se constituyera como una palanca para emancipación social. Y en ese camino, apostaba a la unidad del pueblo y del movimiento obrero, pero teniendo claro que no había alianzas posibles con los explotadores ni con sus representantes: “Porque nuestro pueblo luchará y queremos continuar la lucha juntos. (...) No nos remitimos sólo a las reivindicaciones democrático-burguesas; no nos remitimos a la plena vigencia de las instituciones demo-liberales; estamos hablando ya de la nueva sociedad; (…) estamos hablando de socialismo... Indudablemente que no será fácil, como no lo fue hasta ahora ese camino. Tendremos dificultades; tendremos represión, tendremos encarcelamientos, torturas y asesinatos. Porque evidentemente, la oligarquía y el imperialismo, la sociedad capitalista en su conjunto, no va a resignar así, alegremente, este estado de cosas que le favorecen sus privilegios y sus arbitrariedades. (...) Por eso queremos hacer una exhortación final a todos los compañeros: hablemos a cara descubierta de ese gran ideal que es el socialismo. (…) debemos levantar la bandera proletaria del socialismo. Porque nosotros no tememos a la reacción; la estamos derrotando y hemos de construir en breve plazo, por el camino de la liberación nacional y social latinoamericana, esa gran patria socialista, con la que todos estamos comprometidos y por la que damos sentido a nuestra sangre y a nuestra propia vida”[1].

Desde Hombre Nuevo, recuperando la lucha de Tosco como expresión de las más importantes luchas revolucionarias del movimiento obrero, nos sumamos a todos los hombres y mujeres comunes que estudiamos y trabajamos cada día, que podemos y debemos abocarnos a construir ese otro país, en el que el ser humano sea la medida de todas las cosas, recordando como sostenía el Gringo que “el futuro es de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo, de nuestra esperanza” y que “(…) esos que estén dispuestos a luchar, esos triunfarán”.

Agrupación Hombre Nuevo
3 de noviembre de 2012


[1] Fragmentos del discurso de Agustín Tosco en el IV Plenario Nacional Intersindical, en Lannot, Amantea y Sguiglia; op. cit.; pp. 295 a 302.

martes, 9 de octubre de 2012

A 45 años de la caída del che




8 de Octubre de 1967- 8 de Octubre de 2012
A 45 años de la caída del Che en combate, seguimos luchando por el socialismo.

A casi medio siglo de la caída del Che en la selva boliviana, su legado tiene una enorme vigencia. La burguesía y sus gobiernos han tomado su figura intentando reconvertirla y quitándole su radicalidad, lo han hecho porque su imagen cuenta con un amplio reconocimiento del pueblo trabajador, los estudiantes que se rebelan, los campesinos que resisten. Desde la Agrupación Hombre Nuevo nos proponemos traerlo al presente, no como una pieza de museo, sino como una orientación para las batallas actuales. Si el capitalismo pretendió cosificar al Che, convertirlo en la imagen de una remera, en un aventurero, en un idealista, para quitarle su carácter revolucionario, para lavar el contenido de su lucha; nosotros consideramos que esa cosificación puede ser sacudida por la fuerza de la juventud rebelde y los trabajadores, que lograremos rescatarlo del poster estrecho y frío en el que lo ha querido encerrar ciega y calculadamente el mercado burgués.

Lejos de nosotros, como agrupación política, está el insinuarnos dueños o intérpretes privilegiados del Che: su legado no reconoce “herederos oficiales” sino en los pueblos que luchan por la revolución. Sí creemos, no obstante, que tenemos aportes para realizar en cuanto a su lectura, que es la que orienta nuestra praxis en la cotidiana pelea por un proyecto que nos une: un mundo sin explotación y sin enajenación; una sociedad con hombres y mujeres nuevas. Una sociedad socialista.

La actualidad del guevarismo

Qué reivindicamos del Che

Nos definimos guevaristas por reivindicar un verdadero proyecto radical, antimperialista y anticapitalista y por el socialismo, desde la historia de lucha de nuestro continente para contribuir decidida y firmemente a la revolución a escala mundial. Al definirnos guevaristas nos imponemos la tarea de no ser dogmáticos (lo que no significa, en absoluto, ser eclécticos).
Intentamos hacer propia la concepción de la filosofía de la praxis que encarnó Guevara en todas sus intervenciones ya fueran teóricas como prác­ticas. Compartimos su enfrentamiento inclaudicable con el capitalismo (sea en su versión “seria” o “salvaje”) y el convencimiento de que la ver­dadera liberación para nosotros como clase, como pueblo, y para el conjunto de la humanidad es el comunismo. Rechazamos el mecanicismo dogmático y el etapismo, y defendemos la relación orgánica entre el cambio objetivo y el subjetivo, entendiendo como tarea estratégica construir dentro de nuestra organización y en todos los espacios en los que intervenimos hombres y mujeres nuevos. Nos reivindicamos guevaristas porque sostenemos, teórica y prácti­camente, que hay una relación inescindible entre ética y política, entre fines y medios. La capacidad de intervenir eficazmente en un proceso cambiante, la flexibilidad táctica, no fue en el Che pragmatismo; las decisiones tácticas siempre estuvieron ligadas a los principios. En consonancia con esa perspec­tiva guevarista estamos convencidos de la necesidad de construir una nueva cultura militante. Nos sentimos distantes de la idea sostenida por muchos militantes y organizaciones de que la mera mención a la ética es una desviación idealista. Decir que esto no es política, es vaciarla a la política del contenido mas precioso del corazón de nuestras ideas, porque  la  política a nuestro modo de ver esta atada al cariño, al amor  al pueblo, a los principios, a la  ética, a un estilo de trabajo sin hegemonismo y con muchas dosis de generosidad.
Creemos que desde una perspectiva revolucionaria debemos tomar el desafío de superar la escisión que la sociedad capitalista produce (y reproduce) entre esas dimensiones de la vida social.

Identificamos en el Che el ejemplo de una relación rica y compleja en­tre el trabajo intelectual y la militancia cotidiana. En la actualidad vemos que existe una desvalorización por la teoría, por el estudio, por el rigor intelectual que  puede ser una reacción frente a un intelectualismo vacío, creemos que como gue­varistas debemos apostar a una relación íntima  y armónica entre el desarrollo práctico y el teórico.
Aunque serían muchas más las cuestiones que podríamos mencionar, tomamos del Che su capacidad de autocrítica, su rechazo a la autojustifica­ción de los errores y la apuesta a la unidad basada en la discusión a fondo, en la crítica profunda .

Un aporte central (y poco reconocido por el “guevarismo” actual): sentido del momento histórico

El compañero Néstor Kohan suele señalar cómo cada época reivindica o valora diversos aspectos de la praxis del Che en función de las necesidades de la lucha. Nosotros creemos que hoy necesitamos poner en primer plano un aporte central del Che (como de todos los grandes revolucionarios), des­dibujado en el guevarismo actual. Nos referimos a su sentido del momento histórico. El Che actuó en una etapa de abierto enfrentamiento con el estado, de alza de las fuerzas populares a nivel mundial y en especial en nuestro con­tinente, en una etapa de radicalización de las luchas con desarrollo en todos los niveles, incluido el militar. Las causas de la explotación y la opresión capitalista son las misma hoy que entonces, pero el momento político en nuestro país es otro, y este es el punto central  en el cual tenemos que profundizar el debate par poder intervenir con orientaciones claras, frente a una difícil coyuntura política.
¿Qué significa ser guevarista en esta etapa? Entre el objetivo de tomar el poder y nuestra realidad actual, ¿qué tenemos que hacer en tanto organi­zación política? ¿Cómo tenemos que intervenir en esta etapa en la que la lucha abierta por el poder no está planteada? ¿Qué instancias tenemos que construir? ¿Con la construcción (necesaria) del núcleo de militantes revolu­cionarios es suficiente?

Qué tipo de organización política construir para aportar a la lucha por el poder

Entre quienes apuestan a un cambio radical hay dos perspectivas cen­trales respecto de qué tipo de organización se debe construir para aportar a esa transformación. Por un lado, hay quienes sostienen que la construcción debe centrarse en las organizaciones de base. Por otro lado, hay quienes con­sideran que la clave para que un proceso revolucionario pueda tener lugar en la Argentina es la construcción de una organización política. Dentro del guevarismo que, parafraseando a Dalton, es el leninismo latinoamericano, es esta segunda concepción la más extendida. Por nuestra parte, nosotros de­fendemos la idea de que hay que desarrollar la organización política con un proyecto integral y estamos convencidos de que nuestra concepción resulta mucho más coherente con la tradición del Che y de Lenin que la anterior­mente mencionada.
Teóricamente, la idea de que sólo hace falta el “partido” tiene sus raí­ces en una lectura errónea de las críticas que realizara Lenin al economicis­mo (o, traducido a la actualidad, al basismo, al sindicalismo) en el Qué hacer.

La tajante diferenciación entre el trabajo sindical y el trabajo político viene de arrastre de una apropiación dogmática de la lucha sindical y la lucha política, escrita por Lenin.
Al marcar las diferencias entre la lucha sindical y la lucha política Lenin quería establecer las particularidades de cada una para cuestionar la concepción de que la conciencia política de clase surgiría de la simple evo­lución del trabajo sindical. Enfatiza que la conciencia de clase corresponde a otro tipo de reflexión que descubre la dinámica general del sistema capi­talista, lo que luego Lukács ha sintetizado como conciencia de la totalidad. Sin embargo, no hay una línea en la que pueda encontrarse la afirmación de que los revolucionarios deban dejar librada la lucha sindical a la acción de otras tendencias no revolucionarias y dedicarse en manera exclusiva a una construcción partidaria. La separación tajante entre lucha sindical y lucha política y la posición que surge de ella que concibe a los organismos de base como subsidiarios a la organización política contiene un rasgo autoritario y una dosis (no menor) de desprecio al pueblo. La idea de que la “política” es monopolio de las instancias partidarias y que los organismos o militantes de base sólo pueden interesarse por las cuestiones inmediatas nada tiene que ver con la insistencia de Lenin (y del Che) en la politización de las masas. En la práctica actual, la ausencia de una política sistemática de politización de las bases (de las organizaciones de base, pero también de los militantes de la or­ganización política) se refleja en la falta de recambio en las instancias de di­rección y son, para nosotros, un índice de la debilidad de las construcciones.

Para nosotros, la politización es una tarea crucial en todas las ins­tancias de intervención, ya que consideramos estratégico las organizaciones de base se eleven de lo meramente reivindicativo, que los compañeros que se acercan a ellas adquieran experiencia y formación, así como que vayan asumiendo en forma creciente responsabilidades. En última instancia, consi­deramos que es una tarea indelegable de quienes formamos la organización política aportar a la independencia de clase, a la transformación de los hom­bres y mujeres del pueblo en sujetos (y no objetos) de su historia. Además de las organizaciones de base, venimos apostando a la cons­trucción de organizaciones intermedias en una sana convivencia entre diversas corrientes políticas revolucionarias, con un mayor nivel de definición que las de base pero menor que las definiciones que tenemos como núcleo. Nos oponemos tanto a la línea de que en las organizaciones de base o inter­medias se lleve adelante una política contradictoria (no dialécticamente) con los principios de la organización política, como a la línea que fuerza que estas instancias de base o intermedias suscri­ban el programa de la organización política sin más (o que paguen los costos de las decisiones desacertadas de la misma).
Estamos convencidos de que la participación en instancias interme­dias y de frente único no implica disolverse. En todos estos ámbitos nuestros militantes deben ayudar a una mayor politización, lo que nada tiene que ver con la imposición de decisiones de la organización política. Defendemos además la idea de que la organización política tiene que tener su funciona­miento autónomo, llevar adelante una política específica para cada una de las instancias en la que interviene y encarar tareas propias de partido.
Sintetizando, para nosotros se trata de construir un proyecto integral de organización que contemple los distintos niveles de definición acordes a cada instancia, para que establezca una relación dialéctica (no formal) entre todas ellas y los vasos comunicantes que garanticen que exista una verdadera ligazón interna. Creemos que sólo con una profunda y densa inserción de masas, que no se mide simplemente por “estar” en organizaciones de base o intermedias, sino por la capacidad de hacer que el pueblo se eleve polí­ticamente, avancen en autoconciencia y homogeneidad, se comprometan en un proceso de transformación, sólo de ese modo una organización política tiene la posibilidad de dejar de ser un núcleo de militantes para convertirse en un verdadero partido de clase.

El rol de la juventud

El Che en su discurso durante el II Aniversario de la integración de las organizaciones juveniles revolucionarias en Cuba, planteó “(…) Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente”. La interpelación del Che a crear una juventud critica, creativa, rebelde, inconformista, adquiere suma vigencia en momentos actuales donde desde el gobierno se ha construido un discurso en el que se apropian de la participación política de la juventud. Consideramos que el ingreso al debate y la vida política de nuevas camadas es un aspecto progresivo, pero que no comienza con el kirchnerismo. Retomando los aportes del Che, debemos disputar el sentido y la orientación política de estas ideas. Ante los intentos de institucionalización, de cosificación y de simplificación del rol de los jóvenes asimilándolos a la búsqueda de cargos dentro de las estructuras políticas y proyectos políticos de la burguesía, tenemos el desafío de aportar a crear una juventud combativa, rebelde, consciente de su papel dinámico en la transformación revolucionaria de la sociedad.

Cómo se construye la unidad

Finalmente, unas palabras sobre la siempre invocada y pocas veces realizada unidad. Creemos que no podemos seguir hablando de la unidad sin hacer una evaluación crítica (y autocrítica) de las experiencias de unidad que hemos venido impulsando dentro del guevarismo desde los ’90 a esta parte. La unidad no se decreta, ni se salda en un acuerdo entre cúpulas. Requiere de un trabajo militante para procesar las diferencias, para construir una identi­dad, una práctica, una visión común. Creemos que las prácticas viciadas de hegemonismo, el dogmatismo, y la liviandad con que se decide una escisión atentan contra la unidad. No siendo algo simple, nuestra propia experiencia nos demuestra que es posible revertir la naturalización de la fragmentación y que con sistematicidad, confianza política, honestidad y verdadera fraternidad la unidad puede ser sólida y duradera.

Por la revolución y el socialismo.
Agrupación Hombre Nuevo

jueves, 4 de octubre de 2012

Suspendemos Foro Debate sobre Actualidad del Guevarismo!


Compañeros,

Ante la desaparición desde ayer a la noche de uno de los testigos en el juicio por el crimen de Mariano Ferreyra, Alfonso Severo, convocamos hoy a las 17 hs a movilizarnos a Plaza de Mayo para reclamar su urgente aparición.

Suspendemos, en consecuencia, el Foro Debate sobre la Actualidad del Guevarismo previsto para hoy y los invitamos el sábado 6/10 a las 19hs. a la Casa Martí donde realizaremos la jornada de intercambio con compañeros de las agrupaciones: Monte, La Caldera, Córdoba se mueve y MIR.

Agrupación Hombre Nuevo
4 de octubre

NINGÚN APOYO A LOS REPRESORES; NINGUNA SOLIDARIDAD ANTE LOS VERDUGOS DEL PUEBLO TRABAJADOR




NINGÚN APOYO A LOS REPRESORES; NINGUNA SOLIDARIDAD ANTE LOS VERDUGOS DEL PUEBLO TRABAJADOR


---Pronunciamiento de la Agrupación Hombre Nuevo-----

Parte de las fuerzas que el gobierno nacional desplegó por nuestras barriadas en una medida supuestamente “progresista” y en pretendida contraposición a las viejas y rancias policías, están acuarteladas y en tren de desobediencia desde hace un día y medio.

Suboficiales de Prefectura Naval, gendarmes y recientemente miembros de la Marina, están movilizados realizando reclamos y ocupando los edificios de sus fuerzas. Sus exigencias, en principio se presentan vinculadas a un ajuste salarial, pero implican la momentánea insubordinación de estas fuerzas represivas.
Desde la Agrupación Hombre Nuevo señalamos que de ninguna manera puede considerarse este reclamo como parte de los miles de reclamos que desde nuestra clase realizamos en contra del ajuste que como pueblo trabajador sufrimos a diario. Prefectos, gendarmes y marinos, pertenezcan a la suboficialidad o no, son parte del aparato represivo del estado. Son quienes pese a provenir en muchos casos de las mismas barriadas pobres que nosotros, son sirvientes de los ricos y protectores fieles de los responsables de que en nuestro país haya hambre. Son los que nos persiguen y espían mediante el “Proyecto X”; son quienes nos reprimen en las rutas del país, como en la Panamericana o en El Tabacal, Salta; son quienes nos matan como han hecho, entre tantos casos, con nuestra compañera Teresa Rodríguez en 1997.
Ningún miembro del aparato represivo capitalista puede merecer nuestra solidaridad. Como fuerza de choque de la clase poseedora, son quienes no dudaron, no dudan ni dudarán en masacrar a nuestro pueblo a cambio de dinero, poco o mucho; con o sin descuentos en su salario. Por eso merecen nuestro repudio y nuestro desprecio: por ser represores, y por moverse tras fines reaccionarios.
No hay lugar para la confusión ni el oportunismo: ningún apoyo a los verdugos de los pobres.

AGRUPACIÓN HOMBRE NUEVO             
3 DE OCTUBRE DE 2012



viernes, 28 de septiembre de 2012

Foro Debate: La actualidad del GUEVARISMO



FORO DEBATE: 
La actualidad del guevarismo 

JUEVES 04/10 a las 19 hs
En Facultad de Sociales UBA
Sede MT (Marcelo T. de Alvear 2230 - CABA)
En el estacionamiento 


Participan del debate
MIR - La Caldera 
Agrupación Monte - Córdoba se mueve 
Agrupación Hombre Nuevo

Muestra de las obras artísticas de la 
Campaña Si el che Viviera

sielcheviviera@gmail.com 
Facebook: Si El Che Viviera


sábado, 15 de septiembre de 2012

FRENTE AL GOBIERNO Y A LAS MOVILIZACIONES POR DERECHA: INDEPENDENCIA DE CLASE


FRENTE AL GOBIERNO Y A LAS MOVILIZACIONES POR DERECHA: INDEPENDENCIA DE CLASE


Los miles de manifestantes que el pasado jueves 13 de septiembre convergieron en las principales ciudades del país no expresan ninguno de los intereses de los trabajadores y sectores populares. Debemos ser claros y sin ningún lugar a la duda: por la composición de clase y por la naturaleza de las consignas, los cacerolazos del pasado jueves lejos están de aquellos que sacudieron las principales urbes allá por diciembre del 2001 y el verano de 2002. El sujeto social que ahora salió a las calles se compone por la misma pequeña burguesía y sectores acomodados que repudian los cortes de ruta de los trabajadores y reclaman mano dura contra la protesta, que defienden la dictadura y que la máxima libertad a la que aspiran es la de hacer negocios.
Tras la supuesta espontánea convocatoria se ocultan (y no tanto) la Iglesia Católica, el grupo Clarín y otras corporaciones mediáticas, y los partidos de oposición de derecha al kirchnerismo, el macrismo, el radicalismo, el peronismo federal, los sectores liderados por De Narváez que, habiendo convocado o no, festejaron con entusiasmo la movilización. También Scioli declaró "cuando la gente se expresa hay que escucharla con atención", recomendación que le valdría a él mismo que ignora los innumerable recamos de los trabajadores estatales de su provincia.
Pero no sólo estos sectores reaccionarios se han posicionado. El otrora kirchnerista y hoy ferviente opositor, el burócrata sindical Moyano, manifestó su apoyo desnudando sus intereses mezquinos que distan mucho de los intereses de la clase a la que dice representar. Lo mismo hizo la llamada “centro izquierda” del FAP y Proyecto Sur cuyos principales dirigentes vieron con optimismo la “movilización espontánea” de la clase media. Al igual que en 2008, cuando apoyaron a las patronales del campo, la centro-izquierda termina apoyando de hecho a una expresión política claramente de derecha.
Mención aparte merece un sector de las fuerzas de izquierda que, entusiasmado ante cualquier acción o movilización que se oponga al gobierno, no es capaz de leer con honestidad intelectual y política qué intereses y sectores de clase son los que impulsan dichos reclamos. Con una posición que cabalga entre la confusión y el oportunismo, de la misma manera que antaño apoyaron abiertamente a la Mesa del Enlace de los patrones del campo, hoy el MST e Izquierda Socialista aplauden a la clase media indignada por el cepo al dólar, la inseguridad, la corrupción, el uso cadena nacional y el “autoritarismo” del gobierno que consistiría solamente en su vulneración de formas republicanas y no en su carácter de clase.
  
La agenda política la marcan alternativas burguesas, sean estas por derecha o por “centro izquierda”. Nada dice ninguno de esos bloques acerca del 40% de precarización laboral que en 10 años de “modelo” kirchnerista no se ha eliminado. Nada dicen tampoco de la criminalización de la protesta social, de los crecientes ataques a los trabajadores que el único delito que cometen es organizarse en la legítima defensa de sus derechos. Menos aún denuncia -ninguno de estos grandes bloques- las enormes riquezas de capitales transnacionales y nacionales que a costa de la explotación y la salud de nuestro pueblo acumulan enormes ganancias con la explotación sojera, la megaminería y el trabajo esclavo mientras se condena a nuestra clase a vivir con $ 6 por día, o a percibir un salario mínimo de $2.670 hasta 2013, recientemente pactado con la burocracia sindical. Mientras los caceroleros fashion repudian la política de subsidios sociales del gobierno, éste hace bandera de “justicia social” distribuyendo los propios ingresos de los trabajadores sin tocar los beneficios de los empresarios.

La necesidad de una agenda propia
Frente a esta coyuntura compleja quienes nos definimos socialistas, o bien anticapitalistas, clasistas, antiburocrácticos, nos encontramos con un panorama complicado.
A pesar de que las posiciones clasistas no son las que dominan la escena política actual, consideramos que es fundamental intervenir de manera clara, coherente y con firmeza. Ninguna fundamentación táctica justifica un apoyo a sectores que abiertamente se posicionan contra las reivindicaciones de la clase trabajadora. Los que claman con sus cacerolas hoy en día son quienes viven de la explotación y la opresión hacia los y las trabajadoras, o quienes sin hacerlo adhieren a sus consignas. 
Ni con el Gobierno ni con los caceloreros; la única alternativa real para resolver los problemas del pueblo trabajador sigue siendo construir una agenda propia, independiente de cualquier proyecto burgués; dentro de una unidad amplia, pero sin abandonar la perspectiva de clase.

Agrupación Hombre Nuevo - 15 de septiembre de 2012

Facebook: Agrupación Hombre Nuevo



martes, 4 de septiembre de 2012

Editorial de la Llamarada N12 | Entre el hambre y las ganas de comer | Conseguí la Llamarada!


Ya salió la Llamarada N12! 
[Organo de Difusión de la Agrupacion Hombre Nuevo]
Compartimos la Editorial:


Entre el hambre
(y las ganas de comer)

-¿Qué se puede comer con seis mangos por día?- pregunta un vecino a un canillita. –Puede comer mentiras, muchas mentiras. Salvo los domingos, que los diarios cuestan más caros- le contesta el vendedor de diarios, y los dos sonríen. Las cifras del INDEC han dejado de desatar la polémica para abrir paso a la risa. Cuando esas cifras que insultan la inteligencia y ofenden a quienes pasan hambre nos plantean que en nuestro país se puede comer con $6 diarios, los números oficiales acerca de la pobreza y la indigencia también pasan a ser objeto de duda, o directamente, de burla. Para esas estadísticas oficiales, en el segundo semestre de 2011, en las áreas urbanas existía un 6,5% de pobres y un 1,8% de indigentes (Encuesta Permanente de Hogares; www.indec.mecon.ar). Para las diversas mediciones alternativas, la pobreza oscila entre el 20% y el 30%, y la indigencia entre el 8% y el 12%, según la fuente del estudio.
Lo cierto es que con seis pesos al día, según qué diario se elija, es posible empacharse de mentiras. En un caso, se podrán leer las cifras oficiales que muestran un país que crece con equidad, y artículos de opinión y crónicas justificando a los más groseros funcionarios y sus trastadas más indigeribles; en otro, se podrán leer críticas y operaciones de prensa que intentan morder al oficialismo generalmente por derecha. En ese falso debate, donde el punto de vista de los trabajadores y sus intereses está ausente, si el hígado lo permite, pueden apreciarse escenas realmente increíbles. Puede llegar a verse en la TV cómo Formosa es una provincia que trata cortésmente a los díscolos Qom, que pese a la proliferación de obra pública y planes de vivienda, insisten en vivir en ranchos insalubres. O si se mira otro canal, se puede evidenciar cómo este gobierno, presunto heredero de los Montoneros, se parece cada vez más al chavismo y, por qué no, al castro-comunismo.
Mientras los medios del oficialismo y los de la oposición se entretienen intercambiando algunos manotazos y deformando la realidad, hay hechos que quedan fuera de la agenda de ambos. ¿Qué comerán, realmente, los millones que deben sobrevivir con unas monedas al día, monedas que cada vez alcanzan para menos? ¿Qué hay de aquellos que trabajan en negro, muchas veces sin derecho a enfermarse o a descansar un domingo, a tener vacaciones o a poder jubilarse, y que son cerca de un tercio de los laburantes? ¿Qué llevan a su mesa los jubilados que ganan la mínima, que vienen a ser casi 8 de cada 10? ¿Qué hay de los cooperativistas del Plan Argentina Trabaja, que siguen reclamando la actualización de sus ingresos? En Córdoba, los trabajadores que no quieren que les arrebaten sus aportes previsionales, mastican balas de goma y gases…
Comparten el menú los trabajadores que cortan la ruta cerca de Orán, en Salta, reclamando a los empresarios de El Tabacal que los reincorporen. El progresismo del gobernador Urtubey termina allí donde empiezan los piquetes y la impaciencia de los de abajo, y se registran más de 20 heridos por la represión  de gendarmes y policías. Otro tanto hay para la CCC y Barrios de Pie, movimientos sociales que cortaron la Panamericana a la altura de Pacheco: a ellos, los gendarmes los apalearon y llevaron detenidos nada menos que a Campo de Mayo. El ex–carapintada, actual Secretario de Seguridad, Sergio Berni, aplaudió públicamente la medida que él mismo ordenó. Nada se escuchó decir en torno a esto a la autodenominada intelectualidad crítica; parecería que desde “Carta Abierta” se agota la munición cuando hay que disparar por encima del hombro, cuando el posicionamiento es menos obvio y excede expedirse sobre si es o no justo que los chicos lean El Eternauta en los colegios porteños. Desde la prensa, ni los entusiastas defensores de funcionarios ni los fieles empleados de monopolios privados; ninguno de los grandes bloques que dominan la escena informativa, le dan -siquiera por un rato- la palabra a los que sufren la represión, a los que pasan hambre.

El nuevo Consejo del Salario, que reúne a Capitalistas, Estado y Sindicatos, mostró una vez más ser monocorde, pese al declamado carácter tripartito. Burócratas sindicales (entre ellos el siempre obsecuente Hugo Yasky y el ex-espía y aún mafioso Gerardo Martínez) y empresarios (entre ellos representantes de la UIA y la Sociedad Rural) participaron del ámbito que acordó un nuevo salario mínimo que, en cuotas, plantea un aumento del 16% en septiembre y otro 9% en febrero del año que viene. De $ 2.300 a $ 2.670; $2.875 para el año entrante, un acuerdo que –por las regulaciones laborales vigentes- afecta a menos de 150.000 trabajadores y que queda bien lejos de la pauta inflacionaria superior al 30%.
Mientras tanto, desde una vereda que no es la del gobierno, pero tampoco la nuestra, siguen amontonándose viejos caciques. Allí se encuentran muchos antiguos compañeros de ruta del oficialismo, como es el caso más saliente, tal vez, el del gángster-sindical que es Moyano. Ellos sí comen. Y brindan. El 15 de agosto pasado celebraron los 100 años de una entidad que supo reunir a chacareros que peleaban contra los latifundistas y hoy son obedientes discípulos de los estancieros. Para el centenario de la Federación Agraria, y el almuerzo de camaradería que brindó esta entidad patronal, se juntaron a comer y posaron para las cámaras Hugo Biolcatti, de la Sociedad Rural Argentina;  el derechista empresario colombiano Francisco De Narváez; el ex vicepresidente radical Julio Cobos; el ministro de la devaluación duhaldista –luego kirchnerista, pero ya no- Roberto Lavagna; el gobernador sojero de Santa Fe, Hermes Binner; el joven Alfonsín, parodia de su padre; los representantes sindicales “Momo” Venegas, co-responsable del trabajo semi esclavo y el envenenamiento con agrotóxicos de los peones rurales en tantas y tantas estancias de nuestro país; Hugo Moyano, ahora disidente, pero igual de empresario y mafioso que siempre; y Pablo Micheli, referente de una CTA que parece haber perdido el rumbo y sin aviso de retorno. Otro de los invitados, el ex presidente Duhalde, responsable de la masacre de Darío y Maxi, pegó el faltazo aunque envío saludos a los comensales. La comida contó además con saludos del MST y el PCR. Y, lógicamente, con la moderación del anfitrión, Eduardo Buzzi. El F.A.P. de Binner y sus más encumbradas visitas; todos juntos, para dar rienda a la rosca de cara a 2015.
Mientras los sacudones de la crisis empiezan a sentirse, gobierno y oposición reparten los roles. “Que dios vela por los pobres/ tal vez sí, o tal vez no/ pero es seguro que almuerza/ en la mesa del patrón”, cantaba Atahualpa Yupanqui. En la mesa del gobierno, se tiende el mantel a Monsanto, a la Barrick Gold, entre otros. En la de la pretendida oposición, se sientan latifundistas, el duhaldismo y empresarios, tanto sojeros como industriales, que no tuvieron inconvenientes en sentarse con el gobierno para pactar la miseria salarial en dos pagos. Mientras almuerzan urden intrigas para elegir a quien encabece su armado. Lo que no está en duda, en ninguna de las dos mesas, es cuál va a ser su perfil.
Para la izquierda, para los trabajadores; para los que pelean día a día para llevar algo a su mesa, no cabe sino seguir intentando construir otra cosa, y por otro lado. Mientras viejos conocidos y recién llegados se sientan a reeditar un nuevo Frepaso –y un nuevo fracaso- desde la nueva izquierda tenemos el enorme desafío de marcar un camino que no sea ni el de las alianzas de cabotaje, ni el de la mera denuncia de lo existente. La pelea hoy es por construir una alternativa real para que en nuestro país no haya nadie que pase hambre. Sabemos que la construcción de poder para el pueblo con la meta irrenunciable del socialismo es un proceso largo y trabajoso. Pero también sabemos que con los armados de ocasión y los apurones, se puede llegar siempre antes, pero siempre al lugar equivocado. Con una estrategia que responda a nuestra clase, sin pretender soluciones mágicas ante complejos problemas organizativos, los trabajadores tenemos que abrirnos paso.

Equipo de redacción
La Llamarada


Conseguí la Llamarada
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Facebook: Agrupación Hombre Nuevo



domingo, 26 de agosto de 2012

Actividad a 40 años de la masacre de Trelew!




22 de agosto 
1972/2012 TRELEW 
40 años después, ni olvido, ni perdón 

 Viernes 31 de Agosto | 20:00hs. 

 Actividad Cultural 
RADIO DOCUMENTAL 
Música, Poesía, Videos 

 En la Casa José Martí 
Senillosa 2092 (Esquina Cobo), Parque Chacabuco 

Organiza e invita 
Agrupación Hombre Nuevo 

http://agrupacion-hombrenuevo.blogspot.com.ar/

lunes, 20 de agosto de 2012

| Si el che viviera | Proximas actividades: Jornada de Trabajo Voluntario y Concurso de Obras Plásticas



Proximas actividades!

Jornada de Trabajo Voluntario
Armado de Pizarrones, mesas, sillas para los barrios populares
Sábado 8 de agosto las 10 am
En el Centro Cultural Raymundo Gleyzer (Sarmiento 836 - Quilmes)
"El trabajo voluntario es el esfuerzo realizado en la sociedad 
y para la sociedad como aporte individual y colectivo"



CONCURSO DE OBRAS PLASTICAS Y AUDIOVISUALES
Bases del concurso, ACA
Convocatoria audiovisual:
¿Quién fue el CHE? ¿Cuáles fueron sus luchas, sus valores, sus aportes?
 ¿Qué cosas hacen que HOY las luchas del Che sigan vigentes? 
¿Cómo plasmar en una imagen los valores por los que luchó el Che?
¿Cómo sintetizar en una imagen su coherencia entre el decir y el hacer?
¿Cómo rescatar al Che, de una imagen vacía, y volver a llenarla de sentido revolucionario?
  


Campaña Si el Che viviera
Facebook: Si El Che Viviera